Sudán amaneció el jueves con la noticia de la dimisión del presidente Omar al Bashir tras cuatro meses de protestas y la consecuente etapa de transición de dos años dirigida por un consejo militar.
En un discurso en la televisión estatal, el ministro de Defensa y vicepresidente del país, Awad Ibn, confirmó la celebración de elecciones cuando culmine la transición.
Señaló también que el espacio aéreo permanecerá cerrado por 24 horas y los pasos fronterizos, hasta nuevo aviso.
El titular declaró el estado de emergencia en el país por tres meses y llamó a todas las formaciones armadas del país a integrar al Ejército.
Comunicó que Al Bashir permanece en el Palacio Presidencial bajo una intensa vigilancia militar, mientras decenas de miles de personas siguen en las calles de Jartum celebrando su dimisión.
Por su parte, la opositora Asociación de Profesionales Sudaneses llamó a mantener las protestas hasta que se instaure gobierno civil al tiempo que rechazó la creación del consejo militar.
En varios mensajes en su cuenta en Twitter, la asociación escribió que el cambio no ocurrirá con todo el régimen de Al Bashir engañando a los sudaneses mediante un golpe militar.
Queremos un consejo civil que dirija la transición, demandó en esa red social.
En ese contexto, la Agencia Nacional de Inteligencia y Seguridad anunció la liberación de ‘todos los presos políticos’ del país, según la agencia estatal de noticias SUNA.
A su vez, el Gobierno ruso expresó su deseo de que no se produzca una escalada de tensiones en Sudán tras la dimisión de Al Bashir y señaló que es un asunto interno de los sudaneses.
Por su parte, la Unión Europea llamó a respetar los deseos de la población sudanesa y apeló a un proceso político pacífico, creíble, legítimo e inclusivo en Sudán.
Estados Unidos y cinco países europeos convocaron a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Sudán; y Egipto respaldó las opciones del pueblo sudanés para determinar su futuro.
Las protestas comenzaron hace cuatro meses contra la subida del precio de algunos productos básicos, pero obtuvieron luego un matiz político contra el gobierno.
Estas se reactivaron el sábado último con miles de personas acampando frente a la sede del Ejército y provocaron 11 muertos según las autoridades.
Más de una veintena de partidos políticos y organizaciones exigían transferir el poder a un consejo soberano y a un Gobierno de transición, que establecería una fecha para celebrar elecciones.
Al Bashir, quien llegó al poder a través de un golpe militar en 1989, anunció su postulación para las elecciones del próximo año y dijo que solo saldría mediante los resultados en las urnas.
Sobre el político sudanés (1944) pesan dos órdenes internacionales de captura por genocidio -una de 2009 y otra de 2010-, crímenes de guerra y contra la humanidad en la región de Darfur, entre 2003 y 2008.
La intervención en Yemen al lado de Arabia Saudí también ha empeñado la imagen de Sudán y su presidente.
Source: Prensa Árabe