La clase media argentina se achica y hoy seis de cada 10 de sus miembros dice que tiene solo para subsistir, acorde con un informe de la Fundación Pensar sobre la caída del consumo y la crisis del progreso.
Existe hoy una realidad en el país: 29 millones de argentinos se sienten que pertenecen a la clase media, pero solo 20 millones lo son por los ingresos que consiguen, coincide este informe y el de otras consultoras.
El informe de la Fundación Pensar analiza cómo este segmento de la población, históricamente emblema de cohesión y movilidad social, atraviesa un proceso de transformación profunda, en un contexto de incertidumbre económica y cambio cultural acelerado.
Según el estudio, el 63 por ciento de los argentinos tuvo que resignar consumos o actividades habituales, priorizando gastos esenciales como la educación y la salud. El fenómeno del “consumidor sacrificial” sustituye así al del “consumidor aspiracional”, marcando un cambio de época, concluye Fundación Pensar.
Aunque conserva su capacidad de resiliencia, hoy la clase media argentina enfrenta una erosión sostenida de su poder adquisitivo y de su confianza en el futuro.
Más de la mitad de los argentinos (55%) considera que la clase media se está achicando, y seis de cada 10 afirman que su trabajo solo les permite “subsistir, pero no progresar”.
Aun así, el trabajo, la educación y la estabilidad familiar continúan siendo los pilares que sostienen su identidad, más allá de los ingresos y las condiciones materiales.
Citado por la agencia de Noticias Argentinas, el fundador de la Consultora W, Guillermo Oliveto, planteó que la clase media fue históricamente el corazón del imaginario nacional. Hoy vive un proceso de mutación: sigue siendo aspiracional, pero sufre la pérdida de seguridad y previsibilidad que la definían.
Oliveto también señaló que el consumo se volvió un espejo de la fragilidad, de disfrutar a resistir, de la ilusión al esfuerzo sin premio.
Source: Prensa Latina



