Holanda ha decidido poner fin a su apoyo a los militantes en Siria, ya que el programa no arrojó los resultados “esperados”. La decisión se produce cuando periodistas de ese país averiguaron que uno de los grupos que recibió la ayuda había sido etiquetado como terrorista por el propio país.
“La oportunidad de cambiar rápidamente la situación (en Siria) es extremadamente pequeña”, según una carta dirigida a la Cámara Baja del Parlamento por el ministro holandés de Relaciones Exteriores, Stef Blok, y la ministra de Comercio Exterior, Sigrid Kaag, en la que anuncian el final de los programas de apoyo a los militantes en Siria, informó RT.
El programa de apoyo a grupos antigubernamentales “moderados” en Siria se estableció en estrecha cooperación con “donantes afines que persiguieron los mismos objetivos que Holanda” y le costó al país más de 80 millones de euros a lo largo de los años, según el documento. Sin embargo, no logró “obtener los resultados esperados” y se clausurará debido a que las tropas sirias “ganarán pronto” la guerra contra los grupos militantes.
Con los años, Holanda asignó 25 millones de euros al programa llamado “asistencia no letal”, 12.5 millones a los llamados Cascos Blancos y 14,8 millones al programa de Acceso a la Justicia y Servicio Comunitario (AJACS). El AJACS supuestamente fue diseñado para apoyar el trabajo de “policía comunitaria” en Siria, específicamente el llamado grupo de la Policía Siria Libre (FSP).
El apoyo para los militantes está programado para finalizar de inmediato. Sin embargo, los Cascos Blancos serán financiados hasta diciembre, según el documento. Dado que los Cascos Blancos ahora operan solo en la provincia de Idleb, que se cree que es el destino de la inminente ofensiva del Ejército sirio y sus aliados, su futuro es bastante dudoso, según el documento.
La medida se produjo en medio de una investigación periodística realizada por los dos periódicos holandeses: Nieuwsuur y Trouw. Según su informe, 22 grupos armados militantes fueron escogidos para recibir suministros a través del programa NLA. Los bienes “no letales” suministrados por el gobierno holandés incluían teléfonos satelitales, uniformes, equipos variados e incluso las camionetas “icónicas” Toyota Hilux, ampliamente utilizadas por varios grupos militantes en Siria.
Al menos uno de los grupos apoyados por Holanda, Yabhat al Shamiyah, resultó haber sido etiquetado como un grupo terrorista por el propio departamento de justicia del país, revelaron los periodistas. Un hombre holandés actualmente es procesado por unirse a dicho grupo en 2015, y la acusación lo describe como un movimiento “salafista y jihadista” y una “organización criminal con intención terrorista”. El objetivo final del grupo es la creación de un “califato”, según la acusación.
Otros cinco grupos militantes subvencionados por Holanda que los periodistas lograron identificar también han estado involucrados en violaciones de derechos humanos y cooperan con grupos terroristas, dice el informe de investigación. Más información sobre los militantes será publicada por los dos periódicos en los próximos días.
Source: Agencias