El Ministerio de Economía y Comercio de Qatar ha prohibido la venta de productos fabricados en Arabia Saudí, EAU, Bahrein y Egipto, que han impuesto un embargo contra el país desde junio pasado.
El ministerio pidió el sábado a todas las tiendas del país que retiren de sus estanterías todos los productos fabricados en los cuatro países.
En junio de 2017, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Egipto rompieron relaciones diplomáticas con Qatar, en un plan que se cree que fue orquestado por Riad. Los cuatro países acusaron a Qatar de patrocinar el “terrorismo” y desestabilizar la región, una acusación negada enérgicamente por Doha.
Varios países africanos también rompieron relaciones con Qatar bajo las presiones de esos países.
El cuarteto liderado por Arabia Saudí presentó a Qatar una lista de demandas y le dio un ultimátum para cumplirlas o enfrentarse a las consecuencias. Las demandas incluían el cierre de la cadena de televisión Al Yazira, con sede en Doha, la salida de las tropas turcas del territorio de Qatar, la reducción de los vínculos con Irán y el cese de las relaciones con el movimiento de los Hermanos Musulmanes.
El cuarteto también impuso sanciones contra Doha, incluidas la prohibición a los aviones de Qatar de utilizar el espacio aéreo de los cuatro países. Para presionar aún más a Qatar, Arabia Saudí cerró totalmente su frontera terrestre con su pequeño vecino, a través del cual cruzaba gran parte del suministro de alimentos a Qatar.
Qatar, sin embargo, se negó a ceder y denunció las demandas como irrazonables, afirmando que su soberanía había sido atacada. En respuesta, los cuatro países boicoteadores prometieron imponer más sanciones.
Tras el embargo, tanto Irán como Turquía abrieron sus rutas comerciales y su espacio aéreo para Qatar y comenzaron a suministrar alimentos y otros artículos necesarios al país árabe.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó en marzo que los impactos económicos del bloqueo liderado por Arabia Saudita contra Qatar no habían tenido prácticamente efectos, frustrando así las esperanzas de Arabia de que el asedio obligaría a Doha a someterse a sus exigencias de política exterior.
Source: Press TV