Según el periódico turco Al Quds al Arabi, el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, ha atacado durante su reciente visita a Egipto a Turquía, calificándola de uno de los lados del triángulo del mal en la región. Mohammad Ben Salman también acusó a Turquía de intentar restaurar el califato otomano.
El diario en lengua árabe llegó a decir que esta tensión ha sido provocada por el apoyo de Turquía a Qatar y sus relaciones con Irán y Rusia para encontrar una solución a la crisis en Siria. Además, Arabia Saudí no está satisfecha con las duras críticas de Ankara al presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi y con el apoyo turco a los Hermanos Musulmanes en la región.
Turquía fue, sin embargo, un actor clave en la estrategia regional de Ben Salman para luchar contra la creciente influencia de Irán.
No obstante, Ankara, debido al deterioro de sus vínculos con Occidente y su relativo aislamiento regional, no ha tenido más remedio que establecer estrechas relaciones con Irán y Rusia y negarse a entrar en el conflicto entre Arabia Saudí e Irán. Las importaciones energéticas de Irán así como el aumento del volumen del comercio entre los dos países revisten una gran importancia para los turcos.
Otra razón para la tensión entre Turquía y Arabia Saudí radica en la decisión de EEUU de transferir su embajada a Al Quds (Jerusalén) y reconocerla como la capital de Israel. Arabia Saudí está tratando de empujar a los palestinos a hacer grandes concesiones a Israel, una política similar a la de los estadounidenses. Turquía, por su parte, es uno de los principales críticos de las políticas estadounidenses en el tema de Al Quds.
Source: Al Quds al Arabi