Los iraquíes comenzaron a votar el martes en las elecciones parlamentarias que definirán el panorama político del país durante los próximos cuatro años.
Aproximadamente 21 millones de votantes están habilitados para elegir a los miembros del parlamento de 329 escaños, que a su vez elegirá al presidente y otorgará la confianza al gobierno.
Se presentan 7.744 candidatos a las elecciones, que cerrarán a las 18:00 hora local (15:00 GMT) sin posibilidad de prórroga.
Los resultados electorales se anunciarán en las 24 horas siguientes a la votación y se confirmarán oficialmente tras la revisión de las apelaciones.
Los analistas consideran que las próximas elecciones podrían marcar un punto de inflexión en el proceso político, consolidando las bases de la democracia y renovando la confianza en las instituciones electas, en el contexto de los esfuerzos que realiza el país por alcanzar la estabilidad y la reforma.
Asimismo, los analistas prevén que el panorama político postelectoral se fragmentará en la distribución de votos y escaños, asemejándose al sistema tradicional que asigna los puestos clave del gobierno a diferentes grupos étnico-religiosos. Los analistas opinan que el aumento en el número de candidatos en estas elecciones, junto con la diversidad y multiplicidad de listas, hará que la idea de una “lista principal dominante” esté lejos de la realidad.
Las últimas elecciones legislativas en Irak se celebraron el 10 de octubre de 2021, dos años después de que protestas generalizadas obligaran al ex primer ministro Adil Abdul-Mahdi a dimitir. Mustafa Al-Kadhimi lo sucedió y supervisó las elecciones.
El actual parlamento, dominado por partidos y bloques chiíes, inició su mandato el 9 de enero de 2022, con una duración de cuatro años que finalizará el 8 de enero de 2026.
Según la ley iraquí, las elecciones legislativas deben celebrarse al menos 45 días antes de la finalización del mandato del parlamento.
Los tres poderes del Estado en Iraq se dividen tradicionalmente por sectas: la presidencia corresponde a los kurdos, la jefatura del gobierno a los chiíes y la presidencia del parlamento a los sunníes, lo que garantiza que todos los sectores de la sociedad estén representados en el gobierno.
Principales actores
En estas elecciones se enfrentarán un poderoso bloque chií, liderado por el ex primer ministro Nuri Al-Maliki, y una coalición encabezada por el actual líder, Mohammed Shia Al-Sudani.
Este último aspira a un segundo mandato como primer ministro, pero los analistas consideran que sus posibilidades son escasas debido a las profundas divisiones dentro del Marco de Coordinación Chií (MCC), el principal bloque político chií.
El MCC se formó en 2021 y nombró a Al-Sudani primer ministro en 2022.
Por otro lado, la principal fuerza política sunní que se presenta a las elecciones es el Partido Taqaddum (Progreso), liderado por el presidente del Parlamento, Mohamed Al-Halbusi. Los simpatizantes de su partido provienen principalmente de las zonas sunníes del oeste y norte del país.
El principal partido kurdo que compite en las elecciones es el Partido Democrático del Kurdistán, que busca obtener una mayor participación en las reservas petroleras para fortalecer el presupuesto de la región semiautónoma kurda de Iraq.
La rival Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), que defiende relaciones más estrechas con el gobierno de Bagdad, también competirá por escaños e influencia.
Source: Diversas



