Una jueza federal estadounidense ha emitido un fallo para bloquear la aplicación de la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, que impuso sanciones a personas vinculadas a la Corte Penal Internacional (CPI).
El fallo del viernes surge tras una demanda presentada en abril por dos defensores de los derechos humanos que impugnaron la orden de Trump del 6 de febrero.
La orden autorizó amplias sanciones económicas y de viaje contra quienes participan en investigaciones de la CPI sobre ciudadanos estadounidenses o aliados, como “Israel”.
En su fallo, la jueza de distrito estadounidense Nancy Torresen calificó la orden ejecutiva como una violación inconstitucional de la libertad de expresión.
“La orden ejecutiva parece restringir la libertad de expresión considerablemente más de lo necesario para lograr ese fin”, escribió.
“La orden ejecutiva prohíbe ampliamente cualquier servicio basado en la libertad de expresión que beneficie al fiscal, independientemente de si esos servicios beneficiosos se relacionan con una investigación de la CPI sobre EEUU, “Israel” u otro aliado de EEUU”, añadió.
La CPI y la Casa Blanca no han respondido a este hecho y se negaron a responder a las solicitudes de comentarios.
La orden ejecutiva impuso sanciones al fiscal de la CPI, Karim Asad Ahmad Khan, ciudadano británico. Además, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EEUU lo ha incluido en un registro de entidades e individuos sancionados.
Según la orden de Trump, los ciudadanos estadounidenses que presten servicios a Khan u otros individuos sancionados podrían enfrentar sanciones civiles y penales, las cuales han sido condenadas por la CPI y decenas de países.
El 20 de mayo de 2024, Khan solicitó formalmente órdenes de arresto contra el exministro israelí Yoav Gallant y el primer ministro de Israel, Benyamín Netanyahu, por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluyendo la hambruna de civiles y el ataque a poblaciones protegidas.
Seis meses después, la CPI emitió órdenes de arresto contra Gallant y Netanyahu.
La orden de Trump no es un incidente aislado. Sigue un patrón de interferencia política, presión y amenazas destinadas a proteger a “Israel” de la responsabilidad internacional.
Source: Press TV