Los servicios de seguridad iraníes revelaron, durante una serie de complejas operaciones de seguridad e inteligencia llevadas a cabo en menos de 48 horas, la frustración del mayor complot de sabotaje de su tipo. El complot, liderado por múltiples redes afiliadas al Mossad, la agencia de espionaje israelí, tenía como objetivo instalaciones vitales y la seguridad interna iraní, con el apoyo directo de agentes locales y coordinación logística extranjera.
Las operaciones incluyeron el desmantelamiento de células, la confiscación de armas y la captura de drones y terroristas suicidas en varias provincias, especialmente Teherán, Alborz, Jorramabad, Ilam y Arak.
En la capital, Teherán, las fuerzas de seguridad incautaron 127 kilogramos de explosivos y 3 litros de líquidos altamente explosivos después de que un informe público revelara un alijo en la calle Navvab.
En la ciudad de Shahriar, se frustró un intento de ataque con drones contra un lugar sensible, y la ciudadanía ayudó a monitorear los movimientos y a detener a los atacantes.
En Pishwa, las fuerzas de seguridad descubrieron un taller de fabricación de drones, incautaron 23 drones listos para usar y arrestaron a dos personas involucradas en su operación.
En la provincia de Alborz, se incautaron misiles Spike y dispositivos de guía electrónica avanzados, ya que estaban destinados a operaciones de precisión. También se frustró un atentado suicida en Baharestan, donde se incautó un coche bomba cargado con explosivos, drones y armas.
En Khorramabad, se asestó un golpe cualitativo, descrito como el más grave, con la detención de un neurólogo y su hijo, quienes dirigían una red secreta que almacenaba entre 200 y 300 drones, con la intención de perpetrar un ataque a gran escala contra la base del Imam Alí (P).
En la provincia de Ilam, una persona que ocupaba un puesto delicado fue arrestada tras estar implicada en espionaje para entidades sionistas. Mientras tanto, en la ciudad de Ray, se desmanteló una célula armada que planeaba un ataque en zonas concurridas de Teherán, junto con el arresto de un estudiante afgano en posesión de archivos electrónicos para la fabricación de drones y bombas.
Las autoridades de la provincia de Arak también anunciaron el desmantelamiento de una célula completa del Mossad tras una meticulosa operación de vigilancia. En Lorestán, cinco espías involucrados en cibersabotaje fueron arrestados.
Las autoridades de seguridad confirmaron que el éxito de estas operaciones fue resultado de la integración del trabajo de inteligencia de campo y la cooperación ciudadana, enfatizando que la guerra de inteligencia continúa y que cualquier amenaza a la seguridad nacional será respondida con rapidez y contundencia.
Source: Al Manar