El EI no se va a recuperar de la derrota que está sufriendo en la batalla de Deir Ezzor. Tras la ruptura del cerco a la ciudad, la batalla continúa. Falta por levantar el asedio al Aeropuerto Militar, liberar los barrios de la ciudad en poder del EI y limpiar las montañas cercanas de terroristas. Pero la suerte de este enfrentamiento ya está decidido y la ciudad y sus alrededores se han convertido en una tumba para miles de terroristas del EI e incluso para el propio grupo.
Las fuentes sirias señalan que el campo de batalla está cubierto de cadáveres de los militantes así como de los restos destruidos y quemados de tanques, vehículos y piezas de artillería del grupo.
El EI sufrió la pérdida masiva de sus efectivos en los ataques concentrados de la aviación rusa y siria y de la artillería siria. Esta última ha estado atacando intensamente la Montaña de Zardah, causando la muerte a un gran número de terroristas.
Sin embargo, fue el bombardeo devastador de los misiles Kalibr lanzados desde la fragata rusa Almirante Essen el 5 de septiembre el que causó las mayores bajas al EI. El ataque, previo al inicio de la operación para la liberación de Deir Ezzor, destruyó varios puestos de mando, un centro de comunicaciones, almacenes de armas y municiones y una planta para reparar vehículos blindados usados por los terroristas cerca de Deir Ezzor.
Las tropas sirias aprovecharon el impacto causado por este ataque para romper el asedio que los terroristas mantenían sobre la urbe desde hacía tres años. Los terroristas utilizaron en los enfrentamientos contra las fuerzas gubernamentales alrededor de 50 vehículos, 28 de los cuales pudieron ser destruidos.
“A pesar de una resistencia feroz, todos los contraataques de los terroristas fueron rechazados. Gracias al potente apoyo de la aviación y la artillería, el EI sufrió pérdidas significativas”, matizó el comandante Serguei Surovikin, que dirigió a las fuerzas rusas que tomaron parte en la liberación de Deir Ezzor.
Tras los ataques del 5 de septiembre, la defensa de los terroristas en Deir Ezzor fue eliminada en un tramo de 3 kilómetros, espacio que fue ampliado al día siguiente a 6.
Estas pérdidas han supuesto también un duro golpe moral para el EI y le han llevado a convencerse de que la batalla de Deir Ezzor, que resultaba decisiva para la permanencia del grupo en Siria, está perdida.
Altos comandantes del EI están huyendo ahora de Deir Ezzor. Según diversas fuentes sirias, citadas por la agencia Fars, la mayor parte de miembros extranjeros y comandantes del EI han abandonado sus armas y han huido del campo de batalla.
Entre los huidos se encuentran también un creciente número de las fuerzas Hasaba (seguridad interna) del EI que están saliendo de la provincia de Deir Ezzor.
Un grupo de estas fuerzas escaparon de la ciudad de Qaraniy después de ser enviados por el EI allí para reemplazar a otros militantes que habían abandonado la misma localidad. Las fuentes señalan que el jefe del Hasaba, el marroquí Abu Shima, también huyó de la ciudad de Al Mayadin, al sureste de Deir Ezzor.
A las muertes de Deir Ezzor hay que sumar las de un millar de terroristas fallecidos en ataques aéreos rusos cerca de la ciudad de Akerbat, en el Este de Hama, recién liberada por el Ejército sirio.
Source: Al Manar