Un miembro de la coalición de derecha israelí amenazó el miércoles con abandonar el gabinete y apoyar una moción de la oposición para disolver la Knesset, presentada la próxima semana, lo que aumenta la presión sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Las últimas encuestas de opinión sugieren que la coalición de Netanyahu perdería poder si se celebraran elecciones hoy, ya que muchos votantes están descontentos con la continua guerra en Gaza.
El Judaísmo Unido de la Torá, uno de los dos partidos ultraortodoxos de la coalición, anunció su retirada del gobierno a menos que consiguiera concesiones de última hora que formalizasen la exención del servicio militar para los hombres ultraortodoxos.
El partido opositor Yesh Atid, liderado por el ex primer ministro Yair Lapid, presentó una votación parlamentaria para la próxima semana para derrocar al gobierno. Se necesitaría el apoyo de 61 de los 120 miembros del parlamento para tener éxito.
“Esta Knesset (parlamento) está acabada. No tiene adónde ir”, declaró Lapid.
Un portavoz del líder del Judaísmo Unido de la Torá, Yitzhak Goldknopf, declaró a Reuters que el partido votaría a favor de disolver el parlamento a menos que se aprobara una ley de exención.
A una semana de la votación, Netanyahu y sus aliados aún tienen tiempo para negociar sobre un asunto que ha preocupado a la coalición durante meses.
Una fuente cercana al gobierno declaró, bajo condición de anonimato, que las negociaciones dentro de la coalición continuaban.
La coalición de Netanyahu, compuesta por partidos laicos de derecha y ultraortodoxos, cuenta con una mayoría de 8 escaños en el parlamento. El Judaísmo Unido de la Torá tiene 7 escaños, mientras que su aliado, Shas, el otro partido ultraortodoxo, tiene 11.
La coalición está profundamente dividida sobre si los jóvenes ultraortodoxos que estudian en seminarios religiosos deberían estar exentos del servicio militar obligatorio.
Si no se aprueba una exención, se corre el riesgo de que los legisladores ultraortodoxos abandonen el cargo, mientras que su aprobación podría provocar la salida en protesta de los partidos laicos.
Ohad Tal, miembro de la coalición y miembro del partido Sionismo Religioso de Bezalel Smotrich, criticó a Goldknopf por amenazar con convocar elecciones y exigió la dimisión del legislador ultraortodoxo.
Instó a otros a negociar un nuevo acuerdo, pero afirmó que una exención general del servicio militar ya no podía sostenerse.
El exmiembro de la Knesset, Ofer Shelah, afirmó que Netanyahu probablemente apostaba a que los legisladores ultraortodoxos estaban fanfarroneando, dado que las encuestas indicaban que se enfrentarían a una derrota en cualquier elección anticipada.
En marzo, legisladores ultraortodoxos amenazaron con derrocar al gobierno por el mismo asunto, pero transcurrió el tiempo sin que se tomaran medidas. El resentimiento por la exención informal otorgada a los estudiantes de seminarios religiosos está creciendo y legisladores de la coalición gobernante y de la oposición afirman que ya no es sostenible.
Netanyahu ganó las elecciones en 2022 y no tiene que volver a las urnas hasta 2026. Históricamente, pocos gobiernos israelíes cumplen un mandato completo.
Ha enfrentado críticas generalizadas por no haber evitado el sorpresivo ataque de Hamas en octubre de 2023, que mató a aproximadamente 1200 colonos, y enfrenta crecientes peticiones de manifestantes y familiares de rehenes que aún se encuentran retenidos en Gaza para que ponga fin a la guerra y logre su liberación.
Pero algunos miembros de su coalición afirman que la guerra debe continuar hasta que Hamas sea erradicado.
Los analistas políticos afirman que los legisladores ultraortodoxos podrían simplemente abandonar el gobierno para protestar por no haber logrado concesiones, sin derrocar a la coalición gobernante.
Source: Al Manar