La Presidencia de Siria condenó este viernes en los términos más enérgicos el bombardeo israelí contra el Palacio Presidencial en esta capital y lo consideró una peligrosa escalada contra las instituciones y la soberanía del país.
“Este condenable ataque refleja los continuos e imprudentes empeños para desestabilizar el país y exacerbar la crisis y la situación de seguridad, ya que atenta contra la seguridad nacional y la unidad del pueblo sirio”, afirmó una declaración de la Presidencia publicada en su canal de Telegram.
Hizo un llamamiento a la comunidad internacional y a los países árabes para que apoyen a Damasco frente a estas agresiones que violan las leyes y convenciones internacionales.
“Instamos a los países árabes para que unifiquen sus posiciones y expresen su pleno apoyo a Siria frente a estas prácticas agresivas israelíes”, indicó el texto.
Por otro lado, señaló que los ataques locales y externos contra la unidad del país no lograrán debilitar la voluntad del pueblo sirio ni obstaculizar los esfuerzos del Estado por lograr la estabilidad y la paz.
El comunicado aclaró que los aparatos de seguridad pertinentes continúan las investigaciones necesarias para exigir responsabilidades a los responsables de estos ataques y seguirán trabajando con determinación para prevenir cualquier amenaza a la seguridad de la nación y sus ciudadanos.
Llamó al diálogo y la cooperación en el marco de la unidad nacional, y reafirmó que Siria no negociará su soberanía ni su seguridad, y continuará defendiendo los derechos de su pueblo por todos los medios disponibles.
Este comunicado fue emitido pocas horas después de un bombardeo israelí contra un blanco cerca del Palacio Presidencial del Pueblo, sin reportes oficiales sobre pérdidas materiales o humanas.
Tras el hecho, el primer ministro israelí, Benyamín Netanyahu, declaró que el ataque es un mensaje claro a Damasco y que “Israel” no permitirá el despliegue de fuerzas al sur de Damasco ni ninguna amenaza a la comunidad drusa.
Esta acción hostil ocurre después de violentos choques en zonas donde habita la minoría musulmana drusa, donde al menos 108 personas perdieron la vida, entre armados drusos y efectivos de las Fuerzas de Seguridad.
Los ataques israelíes contra Siria se intensificaron dramáticamente tras la caída del régimen de Bashar al Assad el 8 de diciembre pasado y lanzaron cientos de agresiones contra instalaciones militares sirias, con el objetivo de impedir la reconstrucción de su infraestructura.
Estas agresiones coincidieron con incursiones terrestres en las zonas rurales de Damasco, Quneitra y Deraa, donde las fuerzas de ocupación tomaron el control de la zona de amortiguación y luego avanzaron para realizar incursiones en zonas fronterizas.
El ministro de Asuntos Exteriores, Asaad Al-Shaibani, hizo el lunes último un llamamiento al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y a toda la comunidad internacional para que frenen las agresiones israelíes contra Siria.
Alertó que el empeño gubernamental enfrenta una amenaza real, representada por los repetidos ataques aéreos israelíes que violan el espacio aéreo y la soberanía nacional, y aclaró que los pretextos que se utilizaron para justificar estas agresiones ya no existen.
Estas acciones hostiles no sólo constituyen una flagrante violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad, sino que también destruyen nuestra infraestructura civil y abren la puerta al caos, explicó el jefe de la diplomacia siria.
Source: Prensa Latina