Los ataques aéreos israelíes han causado la muerte de al menos 13 civiles desde la madrugada del jueves, a medida que se agrava la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. Fuentes médicas confirman que los bombardeos en curso han causado numerosas víctimas, con varias zonas atacadas a lo largo del día.
Entre las víctimas se encuentran tres personas que murieron cuando los bombardeos israelíes alcanzaron una tienda de campaña que albergaba a desplazados de la familia Farajallah en la zona de Al-Sawariha, al oeste de Al-Nuseirat. Se reportaron más muertes en Jan Yunis, donde dos personas más murieron en un ataque similar contra una tienda de campaña, y un prisionero liberado, Ali al-Sarafiti, junto con su esposa y cuatro hijos, perdieron la vida en un ataque aéreo contra su hogar en el barrio de Sheij Radwan.
La agresión israelí ha afectado a otras regiones, con ataques reportados en Yabaliya y Rafah, que causaron más heridos y destrucción. Esta renovada agresión se produce tras un acuerdo de alto el fuego vigente durante aproximadamente 60 días, negociado por mediadores estadounidenses, egipcios y qataríes.
En una sombría actualización, Marwan al-Hams, director de hospitales de campaña en Gaza, informó que el número de muertos ha superado los 52.000 desde el inicio de la agresión israelí. Destacó que más del 43% de las personas con insuficiencia renal han fallecido por falta de tratamiento médico, mientras el sector sanitario se enfrenta a una grave escasez de medicamentos esenciales.
Además, la ocupación israelí ha bloqueado la entrada de vacunas contra la polio por cuadragésimo día consecutivo, poniendo en peligro la salud de 602.000 niños en Gaza que corren el riesgo de sufrir parálisis permanente si no se vacunan. El Ministerio de Salud advierte que el bloqueo continuo y la falta de una nutrición adecuada y agua potable plantean complicaciones sanitarias adicionales para la población. Ante la situación, el Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos expresó su profunda preocupación por el agravamiento de la crisis de liquidez en la Franja de Gaza como consecuencia de los crímenes de la ocupación israelí, que pretende desmantelar los cimientos de la vida civil mediante la destrucción de la infraestructura bancaria y el cierre de sucursales bancarias y cajeros automáticos.
El Observatorio advirtió que estas prácticas imponen condiciones de vida coercitivas que conducen a la destrucción lenta y sistemática de la población. Constituyen un crimen de genocidio, internacionalmente prohibido, una violación del derecho internacional humanitario y un ataque directo a los derechos fundamentales de los palestinos, incluidos los derechos a la vida, la dignidad, la alimentación, la salud, la vivienda y el trabajo.
El comunicado añadió que, desde el inicio de su agresión en octubre de 2023, “Israel” ha impedido la entrada de efectivo, además de atacar sedes bancarias y destruir cajeros automáticos, obligando a la mayoría de ellos a cerrar y provocando una grave crisis económica y humanitaria, obligando a los residentes a recurrir al mercado negro a precios exorbitantes para recuperar sus medios de vida.
Source: Diversas