Un grupo de relatores de la ONU ha entregado una enérgica carta de protesta a Londres condenando el abuso de la legislación antiterrorista para detener y acosar a un número cada vez mayor de activistas y periodistas disidentes.
Según The Grayzone, en diciembre de 2024, un cuarteto de relatores de la ONU centrados en la “reunión y asociación pacíficas” y el “derecho a la privacidad” entregaron una carta enérgica al gobierno británico.
Expresaron su profunda preocupación por la posible “mala aplicación de las leyes antiterroristas” para arrestar, detener, interrogar y vigilar a activistas y periodistas disidentes.
Exigieron claridad sobre una serie de cuestiones graves. El gobierno británico tuvo 60 días para responder, pero permaneció en silencio. Como el gobierno británico se negó a dar respuesta a estas acusaciones, el 1 de marzo se hizo pública la correspondencia de los relatores de la ONU con Londres.
La correspondencia revela que los relatores estaban especialmente preocupados por los artículos de la Ley Antiterrorista de 2000 y la Ley Antiterrorista y de Seguridad Fronteriza de 2019, que cubren las amenazas estatales “hostiles”, “que se utilizan para examinar y obtener datos de activistas y periodistas”.
Los relatores de la ONU argumentaron que la legislación antiterrorista británica, especialmente la Ley Antiterrorista de 2000, es “vaga y amplia” y a menudo da lugar a persecuciones masivas.
“La legislación antiterrorista se ha utilizado en múltiples ocasiones para arrestar, detener y examinar a activistas y periodistas, particularmente en la frontera del Reino Unido”.
La ONU ha pedido a las autoridades británicas que adopten “medidas provisionales” para evitar que se repitan posibles violaciones de los derechos humanos en virtud de la legislación antiterrorista.
Según los relatores de la ONU, “nadie debe ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en (su) vida privada, familia, domicilio o correspondencia ni de ataques ilegales a (su) honor y reputación”.
Sin embargo, el gobierno británico siguió intensificando su guerra contra los activistas de derechos humanos y los periodistas disidentes.
Desde que la ONU emitió su carta de protesta, un número significativo de activistas y periodistas británicos han sido arrestados, procesados y allanados, entre ellos Asa Winstanley, Tony Greenstein, Sarah Wilkinson, el cofundador de Palestine Action, Richard Bernard, y el académico David Miller, copresentador del programa semanal Palestine Declassified de Press TV.
Las nuevas leyes británicas criminalizan aún más la disidencia, la libertad legítima de expresión y la reunión y asociación pacíficas.
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)