El presidente libanés, Joseph Aoun, se reunió el viernes con el enviado especial adjunto de EEUU para Oriente Medio, Morgan Ortagus, quien dijo que Washington ha establecido una “línea roja” sobre la participación de Hezbolá en el nuevo gobierno.
“Estamos agradecidos a nuestro aliado Israel por derrotar a Hezbolá”, dijo Ortagus en una conferencia de prensa, después de una reunión con el presidente Aoun.
“Es gracias al presidente libanés Aoun y al primer ministro designado Nawaf Salam y a todos en este gobierno que están comprometidos con el fin de la corrupción, que están comprometidos con las reformas y que están comprometidos a asegurarse de que Hezbolá no sea parte del nuevo gobierno en ninguna forma”, agregó la diplomática estadounidense.
“Hemos establecido líneas rojas claras desde EEUU para que (Hezbolá) no pueda aterrorizar al pueblo libanés y eso incluye ser parte del gobierno”, agregó, según lo citado por Associated Press.
Las declaraciones de Ortagus provocaron la ira en el Líbano, y algunos comentaristas, incluso los que se oponen a Hezbolá, las consideraron dictaduras impuestas y una violación de la soberanía libanesa.
Por su parte, el presidente Aoun, enfatizó que “la estabilidad permanente en el sur del Líbano está estrechamente vinculada a la finalización de la retirada israelí de los territorios que ocupó durante la última guerra y a la plena implementación de la Resolución 1701, incluidas las disposiciones del acuerdo de alto el fuego del 27 de noviembre”.
“La liberación de prisioneros libaneses es una parte integral de este acuerdo”, agregó el presidente, según citó la Agencia Nacional de Noticias del Líbano.
Más tarde el viernes, la Oficina de Prensa de la Presidencia libanesa emitió un comunicado en el que decía: “La presidencia no está preocupada por algunas de las declaraciones hechas por el enviado adjunto de EEUU para Oriente Medio, Morgan Ortagus, en Baabda”.
Source: AP y NNA (traducido por el sitio de Al Manar en español)