Israel continúa bombardeando y destruyendo el sur del Líbano a pesar de un acuerdo de alto el fuego, citando “garantías secretas” de EEUU que le permiten mantener la seguridad y el dominio militar en la zona, informó el viernes el periódico libanés Al-Akhbar.
Este enfoque aumenta las tensiones políticas y las preocupaciones en el Líbano, ya que la lenta retirada israelí y el daño a las aldeas fronterizas se consideran precursores de nuevas condiciones de seguridad y demandas políticas que serán transmitidas por los funcionarios estadounidenses, dijo el periódico a través de su sitio web oficial.
El informe continúa destacando la próxima visita del enviado especial de EEUU, Amos Hochstein, a Beirut a principios del próximo año. La agenda de Hochstein incluye supervisar la implementación del alto el fuego y abordar cuestiones relacionadas, como la reconstrucción y las violaciones israelíes en curso, que han totalizado más de 816 ataques terrestres y aéreos desde el 27 de noviembre, la fecha de inicio del alto el fuego.
La comunicación entre Hochstein y funcionarios libaneses, incluido el presidente del Parlamento, Nabih Berri, condujo al acuerdo del enviado para visitar el país, aunque se negó a asistir a la sesión de las elecciones presidenciales del 9 de enero para evitar que pareciera que interfería en los asuntos internos del Líbano.
Hochstein, el presidente civil del comité de monitoreo del alto el fuego, afirmó el compromiso de EEUU con el acuerdo. Sin embargo, persisten las preocupaciones de que EEUU e “Israel” estén alineados en su enfoque hacia el sur del Líbano, priorizando la construcción de un punto de apoyo en la región mediante la presión militar y política en lugar de una rápida retirada israelí y un proceso de reconstrucción. Las fuentes de Al-Akhbar sugieren que las discusiones de Hochstein enfatizarán el control de la reconstrucción para limitar la influencia de Hezbolá y sus aliados.
“EEUU continuará patrocinando el acuerdo y trabajando para implementarlo completamente”, aseguró Hochstein. Sin embargo, fuentes políticas indican que EEUU puede presionar al Líbano para que gestione el proceso de reconstrucción estrictamente bajo los términos estadounidenses e israelíes. Según el informe, las restricciones a los materiales y esfuerzos de reconstrucción tienen como objetivo debilitar a Hezbolá al afectar sus operaciones y el acceso de seguridad en el sur.
“Rechazo de cualquier papel iraní”
Un tema crítico en la visita de Hochstein será el rechazo de cualquier papel iraní en la reconstrucción del Líbano, ya sea a través de empresas o de ayuda. Según se informa, EEUU tiene la intención de evitar la fuga de fondos que podrían reforzar a Hezbolá, y Hochstein se dispone a subrayar la responsabilidad del gobierno libanés de gestionar el expediente de forma exclusiva. Los observadores políticos temen que este enfoque pueda aumentar las tensiones, ya que corre el riesgo de vincular la ayuda para la reconstrucción a demandas occidentales más amplias, como la aplicación de la Resolución 1559 de la ONU, que pide el desarme de las “milicias”, en referencia a Hezbolá.
“EEUU está en completa armonía con el enemigo israelí en lo que está haciendo en el sur”, dijo una fuente a Al-Akhbar, añadiendo que la próxima fase podría ver una mayor presión sobre el Líbano para que se alinee con los objetivos estadounidenses e israelíes. Washington y Tel Aviv ven el contexto regional actual, incluidos los acontecimientos en Siria, como una oportunidad para combinar acciones militares con influencia política.
El expediente de reconstrucción, considerado una prioridad por Hezbolá y sus aliados, también es central para la estrategia estadounidense e israelí. Según fuentes, “Washington puede vincular todos los expedientes políticos al expediente de reconstrucción, incluida la elección de un nuevo presidente libanés y el nombramiento de un primer ministro”. La implicación es que la ayuda para la reconstrucción podría depender de que el Líbano acepte los términos fijados por EEUU e “Israel”.
Los círculos políticos advierten que esta estrategia podría equivaler a una “declaración de guerra”, ya que vincula los esfuerzos esenciales de reconstrucción a concesiones políticas polémicas, según Al-Akhbar. Es muy probable que EEUU insista más en que el Líbano frene la presencia de Hezbolá en todo el país, no sólo al sur del río Litani. Los funcionarios libaneses familiarizados con esta dinámica ven una estrategia más amplia para presionar al gobierno a desarmar a Hezbolá como parte de un plan más amplio para lograr, según las palabras del presidente electo estadounidense Donald Trump, “la paz permanente”. Una paz que favorezca la agenda de “Israel” en la región, manteniendo su imagen como el “coco” más fuertemente armado de Asia occidental.
Con la inminente visita de Hochstein, el Líbano se enfrenta a decisiones críticas en medio de crecientes presiones externas. El equilibrio entre cumplir con las demandas internacionales y mantener la soberanía y la estabilidad nacionales sigue siendo un desafío clave para el gobierno libanés y su pueblo.
Source: Al Akhbar (traducido por el sitio de Al Manar en español)