Se produjeron manifestaciones en varias ciudades sirias para protestar contra los ataques sectarios atribuidos a grupos vinculados a Hayat Tahrir al-Sham (antiguo Frente al-Nusra), que tomó el poder en Siria tras la caída de Bashar al-Assad.
Protestas tuvieron lugar en las ciudades occidentales de Latakia y Homs y Hama, en el centro de Siria, para condenar el incendio del santuario del fundador de la escuela religiosa alauí en la región de Maysalun, en la provincia de Alepo.
Un vídeo en las redes sociales difundió imágenes de una incursión de elementos armados en el mausoleo del Sheij Abi Abdellah al-Hussein bin Hamdan al-Jassibi, durante la cual ejecutaron a sus cinco guardias y luego prendieron fuego a sus instalaciones.
Un empleado del mausoleo afirmó este jueves que las imágenes del vídeo se remontan al inicio de la incursión en la ciudad de Alepo el 28 de noviembre.
El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, aseguró a Sky News que los autores del incendio “no son elementos del antiguo régimen sino elementos bien conocidos que quieren socavar la paz civil y no respetan la libertad de expresión y culto”.
La ciudad de Misiaf, en la provincia occidental de Hama, fue también escenario de una manifestación que denunció el asesinato, el martes 24 de diciembre, de tres magistrados alauíes. “Jueces territoriales, no militares”, según fuentes locales.
Liberar a los soldados rendidos
Según el OSDH, las manifestaciones que estallaron en decenas de ciudades y regiones sirias también exigieron la liberación de varios centenares de soldados del ejército del antiguo régimen. Después de haber servido en Raqqa y Deir Ezzor, se rindieron después de que los nuevos líderes de Siria prometieran resolver su situación. “No estuvieron en los frentes de batalla y no fueron hechos prisioneros en los frentes de batalla”, aseguró.
Enfrentamientos en Tartús: Varios muertos
Según los medios sirios, posteriormente estallaron enfrentamientos en la provincia de Tartús, una región occidental predominantemente alauí, entre elementos armados y elementos de la Administración de Operaciones Militares de Siria (AOMS), que incluye facciones del HTS, después de que los residentes de la aldea de Jerbet Maazé se negaran al arresto de un residente. Sería un ex oficial del ejército del antiguo régimen. Según el OSDH, 9 personas murieron, incluidos 6 miembros de la AOMS. El Ministerio del Interior informó que 14 de sus miembros murieron al caer en una emboscada.
El gobierno dijo que había “neutralizado a un grupo ilegal alrededor de Qardaha”, un bastión de Assad. Impuso un toque de queda en las regiones de Homs y Jabla de la provincia de Latakia.
Hombres armados prendieron fuego a un árbol de Navidad el martes en la ciudad predominantemente cristiana de Al-Saqilibiya, en la provincia de Hama. El HTS aseguró entonces que los autores de este acto son “combatientes extranjeros y serán castigados”. Serían milicianos uzbekos de la brigada Imam Bujari, que mantiene estrechos vínculos con el HTS.
66 ejecuciones desde la caída del régimen
En sus declaraciones, HTS rechaza la posibilidad de que pequeños grupos afiliados a él puedan perpetrar estos actos de carácter comunitario que amenazan a las minorías en Siria y atribuye estos actos a actores extranjeros.
Pero según Abdel Rahman, “Ahmad al-Sharaa debería enviar un mensaje a sus combatientes disciplinados para que controlen a sus elementos indisciplinados”. Denunciando los asesinatos extrajudiciales, reveló que “en Siria se han perpetrado 66 crímenes desde la caída del antiguo régimen”, provocando la muerte de 106 personas, entre ellas 4 mujeres y 2 niños. Según él, esto ilustra “el aumento de los actos de violencia en un contexto de inestabilidad e inseguridad”.
El medio estadounidense Voice of America reveló que algunos sirios están preocupados por las acciones de los elementos más extremistas de Hayat Tahrir al-Sham y temen que su líder Ahmad al-Sharaa (alias Abu Mohamad al-Jolani) no pueda controlarlos.
Dos cosas preocupan a los sirios, según la radio estadounidense: “La sinceridad de Sharaa y su capacidad para controlar a los hombres más extremistas de su grupo”.
“Los sirios en general, incluso los más conservadores, no se inclinan hacia el extremismo. Si Yulani respeta sus promesas y controla a sus hombres, los sirios lo apoyarán. Pero si los extremistas ganan, se rebelarán contra ellos”, según The Voice of America.
Entrevistado por la radio, el experto en grupos islamistas en Siria, Ayman Yawad al-Tamimi, afirmó que una de las tensiones que persisten entre el mando del HTS es “la presencia de elementos que han sido alimentados durante años en la propaganda contra otras religiones y otras comunidades”.
“Estos elementos podrían atribuir colectivamente el pecado del régimen pasado a las comunidades alauí, cristiana u otras comunidades y lanzar ataques contra ellas”, advirtió.
Source: Diversas