El ejército de ocupación israelí retiró el domingo la mayoría de sus tropas de las aldeas fronterizas del sur del Líbano después de violentos combates con los combatientes de la resistencia libanesa.
Según el diario libanés Al Akhbar, estas retiradas se observaron en las localidades de Al-Jiam y Aita al-Shaab, donde se libraban violentos combates desde hacía una semana. Se llevaron con ellos un tanque Merkava que había sido atacado y dañado en los combates alrededor del campamento de Al-Jiam.
Los comunicados de la resistencia islámica han informado que más de 40 tanques han sido destruidos e incendiados desde que comenzó la ofensiva terrestre israelí a principios de octubre.
Sin embargo, antes de retirarse, las fuerzas de ocupación dinamitaron decenas de casas en estas dos localidades.
Interrogado por el canal qatarí Al Jazeera sobre los motivos por los que el ejército israelí no pudo avanzar en el sur del Líbano, el experto militar Fayed al Duwairi cree que la resistencia siguió una estrategia eficaz en sus combates.
Mencionando que el ejército de ocupación invirtió tres divisiones al inicio de la ofensiva terrestre antes de enviar dos divisiones adicionales, señaló que las fuerzas de ocupación sólo avanzaron dentro de distancias limitadas, que en algunos casos alcanzaron un máximo de 4 kilómetros, pero sin permanecer en una región.
Los observadores señalan que las tropas israelíes tampoco pudieron controlar las 8 alturas estratégicas a lo largo de la frontera. Están sujetas a fuego incesante a lo largo de la primera línea del frente, sin mencionar el fuego de cohetes y drones en la retaguardia, en el norte de la Palestina ocupada.
Según Duwairi, a pesar de esta importante movilización, los combatientes de la resistencia desarrollaron fortificaciones bien estudiadas y llevaron a cabo escaramuzas a distancia cero utilizando eficaces proyectiles teledirigidos, en particular Kornet.
Añadió que Hezbolá ha llevado a cabo una distribución bien calculada de sus fuerzas, de modo que las unidades Badr y Aziz asumen misiones de combate fijas, mientras que la fuerza Redwan asume misiones móviles.
Preguntado sobre el modo de uso de la fuerza balística de la resistencia, señala “un doble uso porque a veces los cohetes o misiles se disparan directamente contra objetivos mientras que en otros casos estos disparos están al servicio de los ataques contra los soldados que intentan una infiltración”. Recordó que en determinados casos sus disparos se realizan simultáneamente con los de los drones, de modo que la Cúpula de Hierro israelí detecta y sigue los disparos de los cohetes mientras los drones se infiltran en profundidad, a veces a 150 km de distancia.
Según él, los drones se han convertido en una pesadilla para el ejército de ocupación porque se utilizan para paralizar una vasta región y obligar a casi dos millones de colonos a alojarse en refugios.
Duwairi señala también que la resistencia libanesa ha recurrido en los últimos días a “una escalada horizontal disparando 100 cohetes y misiles por día y una escalada vertical utilizando misiles que aún no había utilizado”.
“Los misiles especiales de Hezbolá se distinguen por su alcance, precisión y capacidad para alcanzar sus objetivos”, añadió.
Según él, el banco de objetivos de la resistencia se estableció según criterios que permiten influir en el curso de la batalla, a saber, bases y emplazamientos militares, fábricas de armas y, a veces, emplazamientos económicos.
Source: Al Manar