Durante una reciente conferencia de prensa con su homólogo norteamericano, Donald Trump, el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró el 13 de Julio en París que su país no cuenta ya con hacer de la destitución de Bashar al Assad una condición previa para un diálogo.
Macron señaló que la doctrina francesa hacia Siria ha cambiado y la salida del poder del presidente sirio ya no es una prioridad para Francia. “Hemos cambiado en efecto la doctrina francesa con respecto a Siria… Tenemos un objetivo principal: la erradicación de los terroristas, de todos los grupos terroristas… Tenemos una voluntad: la de construir una solución política inclusiva a largo plazo y, en este contexto, no hago de la salida del poder y destitución de Bashar al Assad una condición previa”, subrayó el presidente francés.
Macron se refirió a los fracasos de la diplomacia francesa (durante las presidencias de Nicolas Sarkozy y François Hollande) en los pasados siete años: “Hace casi siete años que cerramos nuestra embajada en Damasco, que no tenemos contacto con Bashar al Assad y que hemos impuesto dicha condición sin ninguna eficacia”, confirmó Macron.
Desde el inicio de la guerra en Siria, Francia ha apoyado a los grupos opositores y a los grupos terroristas armados que luchan contra el poder sirio y ha sido uno de los países que más ha contribuido a la desestabilización de la situación en Siria.
Mohammed Hassan Raad, diputado de la Asamblea Popular de Siria, cree que el cambio de posición de Francia con respecto a la salida del poder del presidente Assad se debe a varios factores:
El primero de ellos es el convencimiento de los expertos franceses de que el Ejército sirio va a ganar la guerra de Siria y no hay nada que la oposición armada pueda hacer para evitarlo, a pesar de la ayuda financiera, militar y logística que ha recibido.
El segundo es que los responsables franceses se han convencido de que el terrorismo que se produce en Siria busca expandirse por todo el mundo y esto se agravaría mucho más si los terroristas lograran derribar al Estado sirio. Los ataques de París y Niza han creado también una opinión pública favorable a reanudar los contactos con Siria y hostil a los grupos takfiris que combaten contra Damasco.
Por otro lado, Francia ha experimentado un cambio en sus relaciones con el mundo islámico en general. La crisis de Qatar y Arabia Saudí y las denuncias llevadas a cabo por expertos y políticos franceses sobre los vínculos de esos países con el terrorismo así como la reanudación y expansión de los vínculos políticos y económicos de Francia con Irán tras la firma del acuerdo nuclear han variado la situación actual de la política exterior francesa.
Source: Sitios Web