Más de ocho mil niños fueron diagnosticados y tratados por desnutrición aguda en Gaza, dijo este jueves la Organización de Naciones Unidas (ONU) al advertir que los insumos no llegan a quienes más los necesitan.
Una evaluación de la Organización Mundial de la Salud (OMA) divulgada aquí confirmó la detección de mil 600 niños con la forma más peligrosa de la desnutrición, mientras que 32 personas murieron incluidos 28 niños menores de cinco años por esa causa.
Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió por la falta de capacidad para atender a los menores que padecen inseguridad alimentaria en el enclave, donde apenas dos de los tres centros especializados de estabilización nutricional para menores gravemente desnutridos permanecen abiertos.
Los niños desnutridos están muriendo ante los ojos de sus familias junto con la disminución de los tratamientos que salvan vidas, dijo Unicef.
De acuerdo con la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la escalada de hostilidades obstaculiza significativamente el acceso a la atención médica e insumos esenciales.
Los socios humanitarios del organismo apoyan actualmente a unas 280.000 personas por semana en Gaza con servicios de salud, sin embargo las personas enfrentan escasez de gas para cocinar y suministro de energía, lo que obstaculiza el funcionamiento de las cocinas y panaderías comunitarias.
«Los esfuerzos para distribuir alimentos siguen limitados por los combates activos, las carreteras dañadas, un número limitado de puntos de entrada a Gaza, horarios de funcionamiento no óptimos en los cruces y puestos de control, y el número limitado de camiones a los que se permite el acceso», agregó OCHA.
Según la oficina, para hacer retroceder meses de condiciones cercanas a la hambruna en Gaza, otros tipos de ayuda crítica también deben llegar a las personas necesitadas.
Los datos coinciden con la alerta del director general de al OMS, Tedros Adhanom, quien reconoció que la incapacidad para brindar servicios de salud de manera segura, combinada con la falta de agua potable y saneamiento, aumentan significativamente los riesgos para los niños desnutridos.
“A pesar de los informes sobre un aumento en la entrega de alimentos, actualmente no hay evidencia de que quienes más los necesitan estén recibiendo suficiente cantidad y calidad de alimentos”, insistió.
Source: Prensa Latina