El presidente egipcio, Abdel-Fattah El-Sisi, defendió este miércoles la creación de un Estado palestino como garantía para la seguridad y la estabilidad de Oriente Medio e insistió en el fin de la guerra en Gaza.
Al recibir a una delegación del Congreso estadounidense, el mandatario instó a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades para presionar por un alto el fuego inmediato y sostenible en la Franja de Gaza, señaló un comunicado de la presidencia.
También reiteró su total rechazo al desplazamiento del pueblo palestino de sus tierras y a una ofensiva israelí contra la ciudad gazatí de Rafah, fronteriza con Egipto.
Pese a las críticas internacionales, el primer ministro Benyamin Netanyahu prometió en varias oportunidades lanzar una operación terrestre contra Rafah, donde están refugiados más de 1,4 millones de personas, con el argumento de derrotar al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
Según el texto, durante la reunión este miércoles ambas partes advirtieron sobre la gravedad de la expansión del conflicto en la región.
En una reunión separada con los legisladores norteamericanos, el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Shoukry, instó a Estados Unidos a reanudar su financiación al Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (Unrwa).
La agencia está bajo fuego tras la acusación del gobierno de Netanyahu contra 12 de sus 13 mil empleados por presuntamente participar en la operación del Hamas, el 7 de octubre del pasado año.
Tanto el organismo como la ONU anunciaron una investigación inmediata, pero numerosos países occidentales suspendieron su financiamiento, aunque aún no se probaron las denuncias.
Hace una semana, El-Sisi advirtió al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, sobre las peligrosas consecuencias de un asalto a Rafah.
El mandatario alertó a Blinken que los civiles inocentes en el enclave costero están expuestos a una catástrofe humanitaria y a una hambruna sin precedente.
También defendió el reinicio de las conversaciones de paz que desemboquen en la creación de un Estado palestino independiente dentro de las fronteras de 1967, con Jerusalén oriental como su capital.
Source: Prensa Latina