Un diario importante de EEUU ha condenado lo que describió como “la política exterior distorsionada” del presidente Donald Trump al buscar vínculos estrechos con notorios dictadores árabes en el Golfo Pérsico -especialmente el monarca de Bahrein- mientras critica con dureza a los socios europeos de EEUU.
The Washington Post insistió en uno de sus editoriales del viernes que un “buen ejemplo” de esto se produjo el martes “cuando las fuerzas de seguridad de Bahrein irrumpieron en un campamento de la oposición apenas dos días después de que el Sr. Trump prometiera al rey de la nación del Golfo Pérsico que no habría más “tensión” entre sus gobiernos.”
El influyente periódico agregó: “Esas tensiones, por supuesto, se referían a la represión del régimen sunní contra su oposición shií, que ha estado escalando en los últimos meses”.
Subrayando los lazos “desafiantes” de Washington con el régimen de Bahrein, al que describe como “un aliado clave que aloja a la 5ª Flota de EEUU y un conspicuo violador de los derechos humanos”, el Post observó que el anterior presidente estadounidense Barack Obama tampoco pudo controlar a los gobernantes de Manamá conocidos por sus abusos contra los derechos humanos, pero al menos instó públicamente al régimen a “liberalizarse” y “suspendió las ventas de armas … cuando no lo hizo”.
“Ésa fue la presión que el señor Trump prometió erradicar cuando se reunió con el rey Hamad bin Isa al Jalifa el domingo … diciendo: Nuestros países tienen una relación maravillosa juntos, pero ha habido algunas tensiones. No habrá tensiones con esta administración”, escribió el editorial.
El periódico enfatizó que sólo dos días después de las declaraciones de Trump, “se produjo el acto de represión más sangriento de las fuerzas de seguridad de Bahrein en años, una incursión en la que al menos cinco personas murieron y cientos fueron arrestadas”.
El diario continuó señalando que el fin de semana pasado, Trump también “prometió a Arabia Saudí y a otras dictaduras sunníes que el gobierno de EEUU “nunca cuestionará su apoyo a las mismas”, agregando: “No estamos aquí para dar sermones”.
Sin embargo, enfatizó el Post, el presidente “se negó a reafirmar el compromiso de EEUU de defender a sus aliados europeos democráticos si son atacados, como establece el artículo 5 del Tratado de la OTAN”.
El editorial entonces trajo otro contraste entre el trato de Trump a los déspotas árabes y a sus aliados de la OTAN: “En Riad, Arabia Saudí, Trump se unió a una chovinista danza de espadas masculina. En Bruselas, fue captado en una cinta de vídeo, mientras empujaba groseramente al primer ministro de Montenegro para posicionarse en el centro de una foto de grupo”.
El incidente provocó amplias críticas al presidente estadounidense en su país y en toda Europa, y algunos periodistas describieron su conducta y declaraciones como “embarazosas”.
Source: The Washington Post