El representante de la entidad sionista ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, fue expulsado de la sala de la Asamblea General el martes durante el discurso del presidente iraní, Ebrahim Raisi.
Sostuvo una pancarta con el retrato de la joven iraní Mahsa Amini, la joven iraní que murió a causa de una enfermedad tras ser arrestada en septiembre de 2022 por la policía.
Este suceso fue tomado como pretexto para desencadenar disturbios en Irán, apoyados por los países occidentales y los medios de comunicación del Golfo Pérsico, y para ejercer presión sobre este país, acusándolo de haber provocado intencionadamente su muerte, lo que Teherán ha negado categóricamente.
Decenas de agentes de policía y miembros de las fuerzas de seguridad iraníes murieron durante estos disturbios que continuaron durante varios días.
Según los medios israelíes, la misión diplomática israelí ante la ONU lanzó una campaña en contra de Irán usando como pretexto los disturbios del pasado año.
Los observadores han estimado que esta campaña tiene como objetivo encubrir los crímenes cometidos por el ejército de ocupación israelí en la Cisjordania ocupada, donde más de 250 palestinos han sido asesinados desde principios de año durante incursiones armadas, mientras continúa la colonización y apropiación de tierras palestinas en plena violación de la ley internacional.
Erdan se destaca regularmente por sus maniobras mediáticas durante las sesiones de la ONU. En 2021, rompió un informe del Consejo de Derechos Humanos que condenaba los crímenes israelíes perpetrados contra los palestinos.
Source: Diversas (traducido por el sitio de Al Manar en español)