Cientos de manifestantes alemanes han tomado las calles de Nuremberg para pedir a Occidente que detenga las entregas de armas, incluidas las municiones en racimo fabricadas en EEUU, a Ucrania.
La protesta, organizada por activistas contra la guerra, se llevó a cabo el martes y los manifestantes llamaron a los políticos ucranianos títeres de Washington.
Los manifestantes dijeron que suministrar más armas a Ucrania intensificará aún más el conflicto.
Rusia comenzó su “operación militar especial” en Ucrania el 24 de febrero de 2022. Desde entonces, EEUU y sus aliados occidentales han enviado miles de millones de dólares en armas a Ucrania.
Rusia ha advertido repetidamente que el suministro continuo de armas occidentales a Ucrania solo prolongará la guerra.
Alemania, junto con EEUU, ha sido uno de los mayores proveedores de armas a Ucrania.
Joe Biden, el presidente de EEUU, dijo a principios de este mes que había tomado una “decisión muy difícil” al proporcionar bombas de racimo a Kiev. Su propia administración calificó un año antes el uso de tales armas como “un crimen de guerra”.
Biden se enfrentó a fuertes críticas incluso de sus propios aliados por enviar tales armas letales, que están prohibidas en muchos países por los riesgos a largo plazo para los civiles.
Rusia dijo el viernes que Kiev había usado bombas de racimo en la aldea fronteriza rusa de Zhuravlevka.
Source: Agencias (traducido por el sitio del Manar en español)