En un movimiento que conducirá a cambiar la situación en la región de Oriente Medio en su conjunto, la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores Árabes respaldó el regreso de Siria a la Liga Árabe, e, inmediatamente después, Arabia Saudí reanudó su relación consular con Siria. Simultáneamente, se llevó a cabo en Moscú una reunión a nivel de ministros de Relaciones Exteriores entre Rusia, Irán, Siria y Turquía para discutir el camino de la reconciliación y la normalización de las relaciones sirio-turcas.
En respuesta a estas dos aproximaciones a Siria, el portavoz adjunto del Departamento de Estado de EEUU, Vedant Patel, anunció que EEUU “no normalizará las relaciones con el régimen de Assad, al igual que no apoyamos que otros normalicen sus relaciones” con Damasco.
En una vía paralela, los representantes del Congreso de EEUU presentaron un proyecto de ley para evitar que la administración estadounidense reconozca a cualquier gobierno sirio encabezado por el presidente Bashar al-Assad, o que normalice las relaciones con él, y pidió ampliar la “Ley César para mejorar la capacidad de la administración de EEUU para menazar a otros países que normalicen las relaciones con Siria”.
No hay duda de que discutir o presentar tal resolución no significa, en realidad, la posibilidad de aprobarla en el Congreso de EEUU, e incluso si los patrocinadores de este proyecto pudieran obtener una mayoría a favor en el Congreso, esto no significa que este último puede imponerlo a la administración estadounidense, que debe equilibrar las consideraciones populistas en casa y los intereses estadounidenses en el exterior.
En principio, la postura de la administración estadounidense en su discurso declarado sobre la “normalización con Assad” no difiere del proyecto de ley presentado al Congreso, pero el tema de “amenazar con sanciones” a los países que normalicen sus relaciones con Siria (los países árabes y Turquía) es algo que los estadounidenses ya no pueden hacer, a la luz de los desarrollos globales después de la guerra de Ucrania y la entrada de China en la región como un actor importante.
En respuesta a la militarización del Este de Asia y los intentos de EEUU de aislar a China, esta última está llevando a cabo una política dinámica de expansión global fuera de sus fronteras, buscando no solo influir económica y políticamente en el mundo, sino también obtener una creciente influencia militar y de seguridad. Entre las áreas donde Pekín busca incrementar su presencia está la región del Golfo Pérsico debido a los importantes recursos estratégicos que contiene y que China necesita para el crecimiento de su economía.
Durante su discurso en la cumbre del Consejo de Cooperación China-Golfo en diciembre de 2022, el presidente chino, Xi Jinping, pidió a los países del Golfo Pérsico que se unan a la “Iniciativa de Seguridad Global” de China y declaró que “China seguirá apoyando firmemente a los países del CCG para salvaguardar su seguridad y respalda los esfuerzos de los países de la región para resolver sus disputas a través del diálogo y las conversaciones y construir una estructura de seguridad colectiva en el Golfo”.
De hecho, China ha contribuido fuertemente a apoyar la paz en la región al patrocinar un diálogo irano-saudí y alcanzar un mecanismo para resolver las diferencias entre las dos orillas del Golfo. Por lo tanto, la administración estadounidense se da cuenta de que es mejor que EEUU no dé pretextos a los países árabes -especialmente a los países del Golfo Pérsico- para buscar sus intereses de seguridad lejos de EEUU, ya que en tal caso los pueblos del Golfo se volverán hacia China, que está lista para darles lo que quieren sin interferir en sus asuntos internos, lo que significa la posibilidad de que la “Iniciativa de Seguridad Global” china se convierta en un competidor de la estructura de seguridad previamente establecida por EEUU en el Golfo.
¿Qué es la “Iniciativa de Seguridad Global” de China?
En abril de 2022, en medio de la preocupación mundial por la guerra de Ucrania, el presidente chino anunció, durante una conferencia en Asia, una iniciativa china para mantener la seguridad global. En febrero de 2023, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China anunció un documento que contiene detalles de la “Iniciativa de Seguridad Global”, que incluye 6 principios básicos, en los que China reafirma puntos conocidos de su política exterior, a saber: compromiso con la cooperación internacional, la soberanía estatal y la integridad territorial, no injerencia y compromiso con los principios de Naciones Unidas.Y lo más importante: la “seguridad para todos”, que es el nuevo principio en el que insisten China y Rusia.
El principio de “seguridad para todos” significa que la seguridad global es indivisible y que las preocupaciones legítimas de seguridad de todos los países deben tomarse en serio. En consecuencia, el mantenimiento de la seguridad de un estado no debe hacerse a expensas de la seguridad de otros, por lo que cualquier estado, al buscar su propia seguridad, debe tener en cuenta las preocupaciones razonables de seguridad de los demás.
En consecuencia, China parece lista para llenar cualquier vacío estratégico o de seguridad dejado por EEUU y, por lo tanto, cualquier amenaza de sanciones estadounidenses contra los estados del Golfo Pérsico o Turquía por sus relaciones con el presidente sirio Bashar al-Assad (como afirman los legisladores en el Congreso) no parece racional, lógica o beneficiosa para los estadounidenses en el área. Y, lo que es más importante, no parece acorde con las capacidades de EEUU, cuya influencia global está disminuyendo y con ella su capacidad para amenazar a otros países o imponerles ciertas políticas.
Esto ya se ha visto en lo que respecta a la presión de EEUU sobre muchos aliados para que rompieran las relaciones con Rusia y participen en el régimen de sanciones occidental, incluyendo la prohibición de la importación de petróleo y gas rusos. La gran mayoría de países del mundo, incluyendo algunos aliados de Occidente y EEUU, han rechazado estas exigencias, en clara confirmación del declive de la hegemonía estadounidense en el mundo.
Source: Al Mayadeen