La policía pakistaní ha detenido a casi 1.000 manifestantes en la provincia oriental de Punyab, mientras que el arresto del último primer ministro del país, Imran Khan, ha provocado violentas protestas en todo el país.
La policía declaró en un comunicado del miércoles que 945 “infractores de la ley y malhechores” fueron detenidos en toda la provincia, y agregó que 130 oficiales resultaron heridos en enfrentamientos violentos que estallaron con los partidarios de Khan.
El comunicado oficial agregó además que más de 25 vehículos policiales fueron incendiados, mientras que 14 edificios gubernamentales fueron atacados y saqueados por los manifestantes.
La policía pakistaní utilizó cañones de agua y disparó botes de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes que tomaron las calles en varias ciudades del país, horas después de que el ex primer ministro Imran Khan fuera arrestado en Islamabad.
El martes se produjeron protestas en Karachi, Lahore, Faisalabad, Multan, Gujranwala, Sialkot, la capital Islamabad, las vecinas Rawalpindi y Peshawar y decenas de otras ciudades y pueblos.
Los residentes de Lahore, Peshawar y Rawalpindi organizaron protestas frente a las oficinas y residencias de altos oficiales del ejército, ya que los partidarios de Khan creen que el poderoso ejército pakistaní está detrás de su arresto.
El cuartel general del ejército pakistaní en Rawalpindi fue atacado por manifestantes enojados que destrozaron el sitio, según varios vídeos publicados en las redes sociales.
La policía lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes para dispersarlos.
Khan fue arrestado durante una comparecencia ante el tribunal en la capital, Islamabad, el martes.
El partido Pakistan Tehreek-e-Insaf de Khan pidió a sus seguidores que “cierren Pakistán” en respuesta.
“Es vuestro momento, gente de Pakistán. Khan siempre os ha defendido. Ahora es el momento de defenderlo”, escribió PTI en Twitter.
Un vídeo transmitido por las estaciones de televisión locales mostró al ex primer ministro siendo maltratado por docenas de guardias paramilitares del ejército en un vehículo blindado dentro de las instalaciones del Tribunal Supremo en Islamabad.
“Cuando llegamos a la sala biométrica del tribunal para marcar la asistencia, decenas de Rangers nos atacaron”, dijo Ali Bukhari, abogado de PTI. “Lo golpearon y lo sacaron a rastras”.
No estaba claro de inmediato adónde han llevado a Khan.
Source: Agencias