El líder del Movimiento Amal, Nabih Berri, reafirmó su apoyo consistente a la candidatura de Suleiman Franyiyé para la presidencia de la República Libanesa, en la prolongación hoy de más de seis meses de vacancia.
El también titular del Parlamento indicó en entrevista con el diario Al-Yumhuriya la negativa de abordar la elección del nuevo jefe de Estado con tanta ligereza, y por eso esperará la confirmación de otros candidatos serios para llamar a una sesión.
A propósito, Berri subrayó que las 11 convocatorias anteriores para designar al presidente se convirtieron en «una broma y un juguete».
Hasta el momento, Franyiyé recibe el apoyo de las fuerzas chiíes de Hezbolá y Amal, junto a una gran proporción de diputados sunníes e independientes; en tanto, la Corriente Patriótica Libre, el Partido Kataib y las Fuerzas Libanesas obstruyen su llegada al Palacio Presidencial.
En este sentido, Berri consideró que el jefe de la ultraderecha Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, parece estar tenso en estos días y enfatizó la importancia de un mayor grado de responsabilidad para buscar soluciones, “no cerrar una puerta tras otra”.
Al mismo tiempo, la máxima figura del legislativo negó cualquier interferencia del canciller iraní, Hossein Amir-Abdollahian en los asuntos presidenciales durante su visita a Beirut, la semana anterior.
En cuanto a los desplazados, Berri insistió en la urgencia de abordar este archivo con seriedad y a través de la comunicación con Siria.
Sobre este tema, puntualizó en la ceguera de algunos partidos de fortalecer la coordinación a nivel político entre Líbano y Siria, para lograr un retorno a gran escala y confrontar los intentos de obstruirlo por partes internacionales.
En esta línea de pensamiento, destacó que es necesario en la presidencia de la República una persona con la capacidad para tratar el tema de los desplazados, en confianza mutua entre él y el liderazgo sirio.
Con vistas al nombramiento de un nuevo gobernador para el Banco Central de Líbano, Berri indicó que la prioridad urgente es nombrar al próximo mandatario de la nación antes del fin del mandato de Riad Salameh, en julio venidero.
Desde el 29 de septiembre del año pasado, las sesiones del Parlamento libanés fracasaron en el intento de nombrar al sucesor de Michel Aoun, quien terminó seis años de gestión el 31 de octubre.
Una sola convocatoria legislativa en 2023 repitió el mismo guion de las 10 anteriores y hasta el momento ningún candidato representante de la comunidad cristiana maronita cuenta con el respaldo de la mayoría absoluta.
Source: Prensa Latina