Los fiscales generales demócratas están intentando utilizar el sistema judicial para frenar las iniciativas del poder ejecutivo de la misma forma que sus homólogos republicanos hicieron durante la presidencia de Barack Obama.
El fiscal general del estado de Washington, Bob Ferguson, dijo el jueves que había pedido a un juez federal que determinara si su decisión judicial de bloquear la antigua orden ejecutiva de entrada en el país para ciudadanos de siete países de mayoría musulmana se aplica también a la nueva orden. La acción de Ferguson ocurrió un día después de que Hawaii iniciara su propia demanda contra la nueva orden ejecutiva. Washington, Minnesota, Oregón, Nueva York y Massachusetts planeaban también presentar demandas en contra de nueva orden ejecutiva de Trump.
“Mi mensaje al presidente Trump es: No tan rápido”, dijo Ferguson.
Ferguson y sus colegas fiscales generales demócratas están haciendo ahora lo mismo que los republicanos llevaron a cabo cuando Obama estaba en la oficina: presentar demandas para bloquear las políticas del gobierno de EEUU. Los fiscales generales republicanos llevaron a Obama a los tribunales en relación a una variedad de asuntos, especialmente su legislación sobre salud, más conocida como Obamacare.
Los fiscales generales son los principales abogados de los gobiernos de los estados y pueden presentar demandas en nombre de estos últimos. La mayoría son elegidos y pueden actuar independientemente de los parlamentos de cada estado y de los gobernadores, aunque Ferguson, por ejemplo, cuenta con el apoyo del gobernador de Washington, Jay Inslee, también demócrata. A diferencia de la orden inicial, la nueva afirma que los titulares de visados en la actualidad no se verán afectados y se elimina el lenguaje que daba prioridad a las minorías religiosas, en detrimento de los musulmanes. Sin embargo, los seis países afectados por esta nueva orden son los mismos de mayoría musulmana de la anterior, excepto Iraq.
El fiscal general de Hawai, Doug Chin, dijo que el estado no podía permanecer en silencio sobre la prohibición de entrada de Trump debido a la cultura e historia únicas de Hawai. Hawai depende además en gran medida del turismo, y la nueva orden ejecutiva perjudicaría la economía del estado, dijo.
En su demanda dirigida contra la primera orden ejecutiva, Ferguson afirmó que ésta era inconstitucional y perjudicaba a las empresas y universidades del estado.
Ferguson dijo que no es el gobierno, sino el tribunal, el que tendrá que decidir si la nueva orden ejecutiva es lo suficientemente diferente como para no quedar cubierta por el bloqueo de la orden anterior.
Source: Varias