El presidente peruano, Pedro Castillo, denunció un ensañamiento racista contra su Gobierno, por parte de quienes lo atacan por su origen humilde, mientras sectores de oposición lo acusaron hasta de subversión por buscar apoyo popular.
En un mitin en la región norteña de Piura, el mandatario se refirió a su origen pobre que, según dijo, lo mantiene en pie y que hay quienes quieren emborrachar al pueblo con malas noticias -referencia a las acusaciones de corrupción que lo afectan-, pero el pueblo conoce su origen y a qué ha llegado al Gobierno.
Consideró inadmisible que tras más de 200 años de ser Perú una república, muchos reclamando agua, hospitales y seguridad y cuando él quiere atacar esas carencias, un sector de la oposición lo ataca y hasta “han entrado a mi dormitorio”.
Aludió así al reciente allanamiento a la residencia presidencial de un fiscal que buscaba a la hija putativa de Castillo, Yenifer Paredes, para detenerla por posible corrupción, sin encontrarla, aunque la joven se entregó al día siguiente.
“Es la primera vez en la historia que se ensañan con este gobierno, porque vengo del campo”, dijo al calificar esa actitud como totalmente racista, “porque no hablo como ellos, no me siento en mesas suculentas como ellos, porque camino junto al pueblo y no me voy a separar del pueblo que me ha elegido”.
Además de sus incursiones en el interior, el mandatario se reúne a diario con organizaciones sociales en el Palacio de Gobierno, donde hoy recibió a sindicalistas mineros y a cientos de prefectos y subprefectos (representantes del Ejecutivo) de todo el país.
Bajo fuego graneado de la oposición, que busca reunir los votos necesarios para vacarlo (destituirlo) -algo que han intentado en vano dos veces-, Castillo fue acusado por parlamentarios derechistas de provocar violencia al convocar a la movilización social en defensa de su administración.
Aunque el Gobierno ha señalado que esa movilización debe ser pacífica, la presidenta del Congreso, Lady Camones, demandó al Gobierno protección para el palacio legislativo, los parlamentarios y los trabajadores que allí laboran, que supuestamente están en riesgo si los manifestantes toman la sede.
Source: PL