En un nuevo episodio de una serie de advertencias israelíes sobre un peligro interno que acecha a la entidad sionista, Benny Gantz dio su opinión al respecto, advirtiendo sobre la posibilidad de que “Israel” pierda su “carácter judío” y se produzca la reducción de su espacio. Si esto indica algo, es que este tema se ha convertido en una preocupación para los políticos y planificadores israelíes, especialmente porque las “soluciones” probadas anteriormente ya no funcionan, especialmente en el Neguev y Galilea.
El ministro de Asuntos Militares, Benny Gantz, continuó con las advertencias anteriores emitidas por altos funcionarios políticos y de seguridad en Tel Aviv, sobre los “peligros internos” que enfrenta el estado hebreo, amenazando con la pérdida de su “judaísmo” y la reducción de su espacio geográfico para concentrarse en su centro, con la posibilidad de “perder” su norte, Galilea, y el sur, el Neguev. La advertencia aquí no está relacionada con los resultados de cualquier posible enfrentamiento militar, sino con factores internos y razones relacionadas con la composición de este estado híbrido y su constitución por nacionalidades y grupos de tendencias opuestas. Esta advertencia no está exclusivamente relacionada con la presencia palestina en los territorios de 1948, que es casi el veinte por ciento de la población total. Más bien, se extiende más allá de ella al bloque judío, que está experimentando fricciones y conflictos que no tienen menos repercusiones en el futuro sobre la entidad que la amenaza que representa para el estado sionista la presencia palestina.
En una reunión del partido Azul y Blanco la semana pasada, Benny Gantz leyó un carta de “elementos árabes desconocidos” en unas declaraciones que se hicieron virales en las redes sociales. Gantz habló que los árabes podrían “apoderarse de “Israel”. Gantz se centró en el “control gradual” por parte de los palestinos de 1948 del Neguev y Galilea, donde los judíos dejarían de ser la mayoría de la población, y dijo: “Quien haya escrito la carta no se equivocó. Y lo que en ella se afirma no está lejos de la realidad. Estimo que dentro de unos años, estaremos en una situación en la que las fronteras del estado judío se reducirán al espacio entre la ciudad de Ghadira (al sur de Tel Aviv) y la ciudad de Hadera (entre Tel Aviv y Haifa)”, advirtiendo que “la pérdida de Galilea y el Neguev es inminente, a menos que una inversión se realice en los dos lugares”, y agregó que “su pérdida significará más tarde la pérdida de Tel Aviv”.
Si bien las advertencias de Gantz no son nuevas, sino más bien una repetición de otras que ocuparon un lugar destacado en los centros de investigación especializados, su repetición por parte del ministro de Asuntos Militares indica que este tema preocupa a los hacedores de políticas y planificadores, y que una solución no está disponible. El ex presidente israelí Reuven Rivlin advirtió ante la “Conferencia de Herzliya” en 2016, en su famosa alocución que se conoce como el “Discurso de las Cuatro Tribus”, que “Israel” se encuentra en una encrucijada”, señalando que existe una división dentro de la sociedad israelí en “cuatro tribus”: la laica, la religiosa sionista, la religiosa “jaredí” (ultraortodoxos) y los palestinos de 1948.
Después de Rivlin, llegó otra advertencia del (ex) jefe del Mossad, Tamir Pardo, luego de que finalizara su mandato en 2016, cuando se adelantó al ex presidente israelí al hablar de la gravedad de la situación, advirtiendo de una “guerra civil” que causará estragos en “Israel” como resultado de sus divisiones sociales. “Estamos al borde de la división en la sociedad israelí, la distancia se está reduciendo para llegar a una guerra civil, y nos estamos moviendo en esa dirección”, dijo Pardo. A Pardo le siguió el ex ministro de Asuntos Militares, Ehud Barak, quien advirtió que “Israel” estaría al borde de una “guerra interna” dentro de unos años, mientras que el ex ministro de Asuntos Militares, Moshe Ya’alon, dijo que “Israel” se encaminaba hacia la autodestrucción a través de sus divisiones internas y fragmentación.
Por su parte, el ex jefe de Estado Mayor del ejército israelí, Gadi Eisenkot, indicó que lo que teme no es un peligro externo para “Israel”, sino un peligro para sí mismo, explicando que “la amenaza iraní es menos peligrosa que la debilidad interna. Un estado binacional es el final del sueño sionista. No hace falta ser un gran genio para entender el significado de la mezcla de millones de palestinos dentro de nosotros, además de la compleja situación de los árabes de “Israel”. En palabras similares a las de Gantz, Gilad Sharon, hijo del ex primer ministro israelí Ariel Sharon, expresó su preocupación por los cambios en el peso demográfico de los árabes en “Israel”, advirtiendo contra la “pérdida de control en el norte y el sur, como el comienzo de la disolución del Estado y el fin de la gobernabilidad en él y de su permanencia en su forma actual”.
La amenaza que supone la presencia de los palestinos del 48 es la principal preocupación sobre la que se centra una parte importante de la atención de los funcionarios de ocupación, sobre todo porque el crecimiento de esta presencia ha bloqueado las soluciones que Tel Aviv ha puesto en marcha en los últimos años, especialmente en Galilea y el Neguev. En la primera, la mayoría palestina ha llegado a ser más del 55% a pesar de todas las medidas y leyes tomadas contra los palestinos y el racismo hacia ellos, y las facilidades, exenciones y beneficios ofrecidos a los judíos para mudarse del centro a Galilea.
En consecuencia, se puede decir que uno de los principales problemas de “Israel”, si no el primero, es el racismo sionista. El estado ocupante quiere que millones de palestinos se distancien de su identidad y de cualquier aspiración nacional propia, mientras que al mismo tiempo no quiere tratarlos como israelíes en un “estado” que les otorgue los mismos derechos que a los ciudadanos judíos. La suma de los palestinos de los territorios ocupados en 1948 y en los territorios de 1967 iguala o puede superar al de judíos y esto sigue siendo un enorme motivo de inquietud para los dirigentes sionistas.
Source: Al Akhbar