Este sábado y simultáneamente con las conmemoraciones de la Nakba, en varias ciudades árabes y europeas cientos de marroquíes descendieron sobre la capital marroquí para condenar el asesinato del periodista de Shirin Abu Akleh, y reclamaron el fin de cualquier forma de normalización con el régimen criminal de “Israel”. Los manifestantes ondearon banderas palestinas y fotografías de la mujer mártir, describiendo su asesinato como un acto de terrorismo y un crimen de guerra.
Luego, los participantes llamaron a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para castigar a los perpetradores y proteger a los periodistas palestinos, así como a condenar los continuos ataques de “Israel” contra el pueblo palestino, exigiendo que este régimen sea llevado ante los organismos internacionales.
Pero el antisionismo básico de Marruecos y los marroquíes no se detiene ahí.
El analista marroquí Abu Zaid al-Mokri al-Idrissi considera un fracaso el intento de normalización dos años después de que se anunciara, porque en Marruecos hay odio hacia “Israel”: “Lo que vemos es que los actos ilegales, la injusticia y la agresión no se detuvieron después de la normalización con “Israel”. Por el contrario, se han intensificado y empeorado”.
“En lugar de organizar seminarios y conferencias para enseñar tolerancia a los ulemas marroquíes en Marruecos o Francia, hay que enseñársela a los sionistas, porque son ellos los que están poseídos por la violencia”, dijo Al Idrissi, durante una conferencia celebrada en Rabat sobre los acontecimientos en Palestina tras la normalización de algunos estados árabes con “Israel”.
“El régimen sionista solo nos mira a través de los ojos del enemigo, y como parte de su plan de intimidación y amenaza. Considera que es el miedo lo que impulsa a los Estados a normalizarse. En realidad están apuntando a personas, no a regímenes, quienes han desarrollado una especie de empatía, de contagio emocional frente a ellos, según complejos mecanismos de identificación y supervivencia. Son quienes adora a su verdugo. ¡Entonces, necesitan ver a un médico para curarse a sí mismos en lugar de poner en peligro a toda una nación!”.
“Lo mínimo que podemos hacer por nuestros hermanos y hermanas palestinos es rezar por ellos y tratar de romper la camisa de fuerza de la normalización y exigir su eliminación. La normalización no es, como afirman sus defensores, una “herramienta de cooperación”; es una infiltración (y asalto) cultural, científica, económica, militar y de seguridad, en definitiva, un genocidio en el verdadero sentido de la palabra”.
Los propios sionistas han notado la hostilidad popular; el jefe de la oficina de enlace de “Israel” en Marruecos, David Govrin, se queja y se preocupa por las campañas contra la entidad en Marruecos.
David Govrin, informa a la prensa israelí que los enfrentamientos ocurridos en la Mezquita de Al-Aqsa y el asesinato de la periodista palestina Shirin Abu Akleh “hacen aún más difícil el desarrollo de las relaciones con Marruecos”.
Source: Press TV