Nicaragua apoya el reconocimiento de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, decisión adoptada por el presidente Vladimir Putin tras el incumplimiento de Ucrania de los Acuerdos de Minsk. Para analistas consultados por Sputnik, la postura de Daniel Ortega va en consonancia con la divisa de paz que caracteriza al país centroamericano.
De acuerdo con el sociólogo e investigador Denis Palma, el respaldo a Rusia resulta un tema recurrente en las intervenciones del mandatario Daniel Ortega, frente al aparato mediático dirigido por EEUU, la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que presenta a Moscú “como una potencia agresora”.
“La actuación del Ejecutivo ruso responde, según sus propios argumentos en la Cámara Alta del Parlamento y en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), a la protección de las poblaciones civiles radicadas en esos territorios ante los ataques de Kiev. Rusia llamó, en varias ocasiones, a la detención de esas agresiones, y la petición fue desoída”, sentenció.
Para el experto, Putin, en una maniobra inteligente, cambió la situación en la mesa porque ya Ucrania no arremete contra dos territorios rebeldes, sino que enfrenta a repúblicas independientes. Sumado a ello, Moscú también reconoció las constituciones de Donetsk y Lugansk, “solo queda entonces la vía de la negociación”, acotó.
Palma aseguró que Nicaragua y Rusia son aliadas en la lucha por la paz, estabilidad, equilibrio, seguridad y desarrollo. “No podemos dejar de serlo”, advirtió. A su juicio, la solidaridad de Nicaragua viene de un país que conoce de cerca las consecuencias negativas de las sanciones, los bloqueos y las arremetidas.
Incluso, el presidente Ortega estableció, en varios de sus discursos de estas últimas semanas, un paralelismo entre la situación actual de Rusia y las agresiones contra la Revolución Sandinista durante la década de 1980, cuando EEUU mantenía bases militares en las fronteras con Costa Rica y Honduras con fuerzas organizadas y entrenadas por la Casa Blanca.
Según la politóloga Josseline Yaleska Muñoz Berroterán, el respaldo al Kremlin anunciado por el líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) demuestra la fortaleza de los lazos históricos, iniciados hace más de tres décadas cuando la antigua URSS apoyó a Nicaragua durante la “guerra impuesta”, financiada desde el territorio norteño.
Source: Sputnik