El Ejército libanés inspeccionó varias viviendas en las localidades sureñas de Beit Yahun y Beit Lif y no encontró armas, refutando directamente las afirmaciones del llamado “comité del mecanismo” y compartidas por la ocupación israelí, según informó un corresponsal desde el sur.
Según el informe, las inspecciones se llevaron a cabo tras las acusaciones de que las viviendas afectadas contenían escondites de armas. Las inspecciones de campo realizadas por el Ejército libanés confirmaron que las casas estaban completamente libres de armas y equipo militar.
Alcalde de Beit Lif: Acusaciones reveladas como mentiras
El alcalde de Beit Lif, Ezzat Hammud, afirmó que el municipio fue notificado formalmente, a través del “comité del mecanismo”, de una solicitud para inspeccionar cuatro viviendas debido a las acusaciones israelíes de armas ocultas. “El comité y el Ejército libanés acudieron a la localidad y realizaron las inspecciones”, declaró Hammud. “Se estableció claramente que las viviendas estaban vacías de armas y material militar. Lo que afirma el enemigo israelí no es más que mentiras”.
En declaraciones al sitio web de noticias Al-Ahed, Hammud enfatizó que estas acusaciones israelíes no son nuevas y que han sido desmentidas repetidamente tras la verificación sobre el terreno. Recordó visitas anteriores de unidades del Ejército Libanés, fuerzas de FPNUL y delegaciones de periodistas, tanto locales como internacionales, que inspeccionaron lugares presuntamente militares, solo para descubrir que estaban completamente repletos de civiles.
Hammud afirmó que las últimas inspecciones siguieron el mismo patrón. Los propietarios fueron informados con antelación y cooperaron plenamente, seguros de que sus propiedades no contenían nada de naturaleza militar. Los registros se llevaron a cabo con calma, sin tensión ni daños materiales, y en presencia de los propios residentes, quienes, señaló, mostraron una tranquila seguridad de que las acusaciones serían refutadas.
Presión psicológica, determinación inquebrantable
El alcalde sugirió que las reiteradas acusaciones podrían formar parte de tácticas de presión psicológica destinadas a intimidar a los residentes o a obligarlos a abandonar su pueblo. “El resultado ha sido el contrario. Estas provocaciones solo han fortalecido el apego de la gente a su tierra y han reforzado su determinación de reanudar la vida normal tras un período de ansiedad e inestabilidad”.
Hammud también subrayó la inviolabilidad de los hogares, protegida por la Constitución libanesa, y reafirmó el apoyo inquebrantable del pueblo al Ejército Libanés como institución nacional unificadora. Afirmó que el ejército siempre responde a las solicitudes con cooperación, impulsado por la confianza en su función. Abordar las dimensiones políticas y psicológicas de dicha presión, añadió, sigue siendo responsabilidad de las autoridades políticas.
Señaló la visible sorpresa de las delegaciones de medios de comunicación visitantes, especialmente de periodistas extranjeros, que observaron la vida familiar normal dentro de las viviendas inspeccionadas, sin indicios de actividad militar. Esto, según Hammud, expone aún más las acusaciones como un intento de “echar polvo a los ojos de la gente”. Concluyó que si bien las inspecciones causaron inconvenientes temporales, en última instancia sirvieron a los intereses de Beit Lif al exponer la falsedad de las afirmaciones israelíes ante la opinión pública libanesa e internacional, reafirmando que la ciudad es puramente civil y que sus residentes permanecen firmes en sus tierras a pesar de las repetidas provocaciones.
Source: Al Manar



