Vladimir Chizhov, representante permanente de Rusia ante la UE, dijo que la escala de posibles nuevas sanciones de EEUU y la UE contra Rusia no debe exagerarse de antemano y advirtió a los Veintisiete de las nefastas consecuencias que esto acarrearía.
En una entrevista con el canal de televisión Rossiya 24 el miércoles 26 de enero, Chizhov dijo que no se debe exagerar el alcance de las posibles sanciones antirrusas de Occidente.
“Tampoco exageraría, sobre todo de antemano, los pasos que se van a dar. Podemos anticipar su alcance, pero adivinarlos, creo, no forma parte de nuestros hábitos. Más importante aún, la parte más sensata de las élites políticas occidentales y la opinión pública está segura de que las sanciones no funcionan […] y han puesto a sus promotores en una posición bastante incómoda. Cuando se trata de sanciones económicas, el efecto contraproducente a veces es muy doloroso.”
Según él, cuando se trata de sanciones, la terminología de Occidente “se desliza al nivel de Saddam Hussein, que habló de la madre de todas las batallas y la madre de todas las bombas”.
Rusia abierta al diálogo con Bruselas
Chizhov dijo que Rusia está lista para reanudar los formatos de negociación previamente congelados con la UE, incluidas las vías de discusión sobre seguridad, pero esto requiere una voluntad política de Bruselas.
“La Unión Europea, después de los conocidos eventos en Ucrania en 2014, […] esencialmente congeló la gran mayoría de las vías de negociación con Rusia, incluidas las relativas a las cuestiones de seguridad. Y no han sido reactivadas hasta el momento.”
El diplomático aclaró que los canales de comunicación no han sido cortados por Rusia y que ésta se mantiene abierta al diálogo con la Unión Europea. Agregó que es una falta de voluntad política de Bruselas la que impide este diálogo.
“Eso no significa que no estemos listos para hablar con la Unión Europea. Estamos listos para retomar todos estos formatos que han estado congelados”.
Las consecuencias de las sanciones de 2014
Para Francia, las repercusiones vinculadas a las sanciones de 2014 se sintieron particularmente en la industria alimentaria. La industria porcina ha pagado el precio más alto.
Las frutas y verduras también han sufrido restricciones a la exportación a Rusia. Daniel Soares, gerente de marketing internacional de la organización interprofesional de frutas y verduras frescas Interfel, dijo que el costo estimado para Francia en 2015 fue de 50 millones de euros por año, osea el 2% de la facturación total.
Finalmente, el sector lácteo francés ha sufrido especialmente el embargo ruso con pérdidas de 109 millones de euros anuales en 2015, según Véronique Pilet, jefa del departamento de economía del CNIEL (Centro Nacional Interprofesional de la Economía Láctea).
Ella especifica que antes de la introducción de las restricciones, Rusia era el quinto mercado más grande para Francia. Esto se ha traducido en una caída de los precios mundiales de la leche y los productos importados, en particular la leche y el queso Emmental.
Source: Sputnik