El gobierno palestino calificó este miércoles de limpieza étnica el desalojo y las demoliciones de estructuras ejecutadas por los militares israelíes en Cisjordania, en especial en el estratégico valle del Jordán, un hecho que consideró una guerra abierta.
Nuestro pueblo está sujeto a la opresión y a la persecución de los ocupantes, denunció un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores.
La cancillería llamó a la ONU a asumir sus responsabilidades “frente a las repetidas violaciones de la tierra palestina” cometidas por los uniformados de Tel Aviv.
En similar sentido se pronunció el portavoz oficial de la presidencia, Nabil Abu Rudeina, quien afirmó que todas las colonias israelíes en la margen occidental son ilegales.
Rudeina resaltó que ese valle, que representa un 30 por ciento de Cisjordania, es una parte integral de Palestina. No cederemos ni una pulgada de nuestra tierra, manifestó.
Asimismo, condenó la decisión de “Israel” de construir más de 9.000 viviendas para colonos judíos en el aeropuerto de Qalandia, en la ocupada Jerusalén oriental, un territorio considerado por la comunidad internacional como la capital del futuro estado palestino.
La paz y la estabilidad en la región solo se lograrán sí reconocen nuestros derechos legítimos, advirtió.
Según datos oficiales palestinos, Israel edificó más de 31.000 viviendas en las 144 colonias ubicadas en Cisjordania y Jerusalén oriental desde 2004. En tanto, el número de colonos creció de 415.000 hace 17 años a 660.000 en 2019, pese al rechazo de la comunidad internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Source: Prensa Latina