Argelia está a punto de dar un jaque mate a Qatar. Los miles de millones de dólares gastados en propaganda y organizaciones subversivas se esfumaron. Diez años después de desencadenar la “Primavera Árabe”, el plan del régimen de Doha de instalar en el poder al grupo de la Hermandad Musulmana en todos los países árabes no monárquicos se ha derrumbado. La sentencia de muerte se hará sonar el próximo mes de marzo, con motivo de la Cumbre Árabe, que verá el regreso oficial de Siria. Un regreso que tendrá lugar en Argel, un bastión inexpugnable que ha resistido los asaltos sin cuartel.
La visita del ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos a Damasco ha causado una gran ira entre los dirigentes qataríes que han pedido sin éxito el fin de la “normalización con el régimen de Bashar Al Assad”. Este viaje, el primero después de diez años de guerra civil, marca un giro decisivo en el tema sirio. De hecho, Qatar, privado de sus aliados islamistas, se encuentra aislado, incluso dentro de su familia del Consejo de Cooperación del Golfo. El plan estadounidense que consistía en reconfigurar Oriente Medio en beneficio de “Israel” ha colapsado y cambios “urgentes” en la estrategia de desmembramiento de esta región del mundo, que va desde la Península Arábiga hasta el Atlántico, tuvieron que ser introducidos.
Argelia, que resistió el tsunami de levantamientos populares hábilmente organizados por organizaciones dependientes de la CIA (NED, NDI, Freedom House, etc.) en 2011 y apoyados por las herramientas de propaganda de Qatar (Al Yazira), Arabia Saudí (Al Arabiya ), Emiratos (Sky News) y estadounidense (Al Hurra), será la tumba de este complot que ha arruinado a países enteros y provocando guerras civiles mortales en Yemen, Libia y Siria e interminables crisis políticas en Túnez, calificada como la “cuna” del “despertar democrático de los pueblos árabes”. En cuanto a Egipto, la disputa entre Qatar y Arabia Saudí llevó a la eliminación de la Hermandad Musulmana del poder por parte de los militares.
Argelia no esperó a que la situación basculara a favor de Bashar Al Assad para manifestar su rotundo rechazo a cualquier injerencia en Siria, oponiéndose al conglomerado de Estados que, a pesar de sí mismos, en su mayor parte, secundaron el plan estadounidense que apuntaba a transformar el panorama político y económico del conjunto de países desde Mauritania hasta Afganistán, en Asia Central. El ex ministro de Relaciones Exteriores argelino Abdelkader Messahel visitó Damasco en un momento en que Siria vivía en la autarquía, rodeada por todos lados por países hostiles y en las garras del terrorismo financiado y mantenido por países extranjeros. El apoyo de Argelia a Siria, como Estado soberano víctima de la interferencia internacional, ahora se traduce en su reintegración definitiva a su espacio natural.
Siria, apoyada militar y diplomáticamente por Rusia e Irán, está en camino de convertirse una vez más en el actor dominante que siempre ha sido en el tablero de ajedrez de Oriente Medio y se está recuperando lenta pero seguramente de una guerra sucia que está en proceso de ganar a la espera de llevar adelante la reconstrucción del país con la ayuda de sus amigos y de algunos de los mismos Estados que habían creído, hace una década, que serían capaces de destruir este baluarte contra el expansionismo sionista.
Source: Algerie Patriotique