El 15 de septiembre, el presidente surcoreano Moon Jae-in supervisó el lanzamiento de un misil balístico mar-superficie desde el submarino Dosan Ahn Chang-ho, que actualmente está realizando pruebas para validar sus capacidades operativas antes de su entrada en servicio, programada para 2022. La agencia Yohnap señaló que esta no fue la primera vez que efectuaba una prueba de este tipo, ya que la semana anterior, el submarino, botado en agosto pasado, procedió al lanzamiento de un misil, en este caso un Hyunmoo 4-4.
En cualquier caso, con este nuevo lanzamiento de misiles balísticos, Corea del Sur buscaba responder a los lanzamientos de Pyongyang.
De hecho, dos días antes, el 13 de septiembre, la agencia norcoreana KCNA había informado del lanzamiento de dos misiles de crucero “estratégicos”, con un alcance teórico de 1.500 km. Como recordatorio, y además de las cuestiones nucleares, cabe señalar que las actividades de Corea del Norte en el campo de los misiles balísticos se ven afectadas por las sanciones decididas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Estos lanzamientos fueron seguidos por el lanzamiento de otros dos misiles el 15 de septiembre desde una “región central” de Corea del Norte hacia el Mar de Japón, según el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur.
“Tener dos Coreas realizando disparos de prueba de misiles balísticos el mismo día es un hecho extraordinario”, dijo a la AFP John Delury, profesor de la Universidad de Yonsei. “Simplemente demuestra que hay una carrera armamentista en esta región a la que todos deberían prestar atención”, agregó.
El misil de crucero “estratégico” mencionado por KCNA tendría suficiente alcance para llegar a Japón. Pero la diferencia con un dispositivo balístico es que su trayectoria variable hace que sea más difícil de detectar y, por lo tanto, de interceptar. Y no es imposible que pudiera llevar una ojiva nuclear.
En cuanto a los dos misiles disparados el 15 de septiembre, son, según KCNA, parte de un nuevo “sistema de misiles de combate ferroviario”. Claramente, se lanzan desde un tren… tal como lo hizo el Ejército Soviético durante la Guerra Fría con el misil balístico RT-23 “Molodets” (código OTAN: SS-24 “Scalpel”).
“Un regimiento de misiles ferroviarios participó en el ejercicio con la misión de impactar en un área objetivo a 800 kilómetros de distancia después de avanzar hacia la región montañosa central en las primeras horas de la mañana del 15 de septiembre”, dijo la agencia norcoreana.
Sin embargo, estos misiles pueden plantear serios problemas a las fuerzas surcoreanas y japonesas. Los misiles KN-23, que, como el ruso Iskander o el DF-15 chino, tienen una trayectoria semi-balística, lo que les permite maniobrar antes de golpear un objetivo.
Source: Opex 360