Un destacado comandante iraquí dice que las facciones de la resistencia han declarado el fin de una tregua con EEUU por no haber retirado las tropas del país árabe.
En declaraciones al portal de noticias Middle East Eye (MEE) el lunes, el comandante cuyo nombre no se menciona en el informe, dijo que los grupos antiterroristas han decidido reanudar los ataques contra convoyes militares y bases militares estadounidenses.
En octubre pasado, todas las facciones de la resistencia en Iraq acordaron suspender los ataques contra las fuerzas de ocupación estadounidenses siempre que el gobierno presentara un calendario para su retirada.
Pidieron al gobierno que implementara la resolución parlamentaria del 5 de enero de 2020 que exige la expulsión de todas las fuerzas militares extranjeras lideradas por EEUU.
La resolución se produjo dos días después de que EEUU asesinara al legendario comandante antiterrorista de Irán, el teniente general Qassem Soleimani, y su compañero de trinchera iraquí Abu Mahdi al-Muhandis, el subjefe de las fuerzas del Hashid al Shaabi, en un ataque con drones autorizado por el ex presidente Donald Trump cerca del aeropuerto internacional de Bagdad.
Mohammed Mohi, el portavoz del grupo de resistencia Kata’ib Hezbolá, advirtió en ese momento: “Si EEUU insiste en quedarse y no respeta la decisión del Parlamento, entonces las facciones usarán todas las armas a su disposición”.
En la entrevista, el comandante iraquí dijo que los grupos antiterroristas han decidido poner fin a la tregua de octubre debido a “la falta de seriedad de los gobiernos iraquí y estadounidense al programar la retirada de las fuerzas estadounidenses de Iraq”.
“Todas las facciones acordaron intensificar (los ataques) contra las fuerzas estadounidenses. Decidieron llevar a cabo más ataques, algunos de los cuales serán desconocidos anteriormente en Iraq”, agregó.
“Se decidió que las operaciones sean cualitativas y efectivas. Algunas se realizarán con misiles, mientras que otras se llevarán a cabo con drones”.
A principios de 2003, EEUU invadió Iraq con el pretexto, posteriormente desacreditado, de que el régimen de Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva.
Retiró soldados de Iraq entre 2007 y 2011, pero los envió de nuevo allí en 2014 junto con otros socios para supuestamente contrarrestar la amenaza del grupo terrorista Daesh.
Desde entonces, Washington ha estado fabricando escenarios para prolongar su presencia en el país desafiando la resolución parlamentaria.
Bagdad y Washington han celebrado en los últimos meses varias rondas de conversaciones estratégicas sobre la retirada de las fuerzas extranjeras de Iraq.
El sábado, la Comisión de Coordinación de la Resistencia Iraquí (CCRI) dijo que el gobierno había tenido múltiples oportunidades para determinar el destino del personal militar extranjero, “pero lo que resultó de las rondas de conversaciones (iraquíes-estadounidenses) fue muy malo y desafortunado”.
“Al rechazar la salida de sus fuerzas (de Iraq), la administración de EEUU nos ha enviado un mensaje claro de que solo entienden el lenguaje de la fuerza. Por lo tanto, la resistencia iraquí confirma su plena disposición para cumplir con su deber legítimo, nacional y legal de lograr este objetivo”, subrayó en un comunicado.
Source: Diversas