Human Rights Watch (HRW) ha pedido al nuevo presidente de EEUU, Joe Biden, que defienda la libertad de expresión, incluidos los llamamientos pacíficos a un boicot a “Israel”, y que renuncie públicamente al legado de su predecesor Donald Trump de calificar a los grupos de derechos humanos y activistas críticos de “Israel” y su expansión de asentamientos en las tierras palestinas ocupadas como “antisemitas”.
Eric Goldstein, director ejecutivo en funciones de Oriente Medio y África del Norte de HRW, declaró el lunes que el líder demócrata debería oponerse a las leyes que penalizan a las empresas que buscan cortar los lazos con los asentamientos de Cisjordania, que son ilegales según la Cuarta Convención de Ginebra, para evitar complicidad en las inevitables violaciones de los derechos humanos que provocan los asentamientos.
Goldstein luego expresó sus dudas de que Biden ponga fin a los intentos de Washington de dañar el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), que amenazan la libertad de expresión.
El movimiento BDS fue iniciado en 2005 por más de 170 organizaciones palestinas que impulsaban “diversas formas de boicot contra “Israel” hasta que cumpla con sus obligaciones bajo el derecho internacional”.
Desde entonces, miles de voluntarios en todo el mundo se han unido a la campaña, que pide a personas y grupos de todo el mundo que corten los lazos económicos, culturales y académicos con Tel Aviv, para ayudar a promover la causa palestina.
Goldstein continuó diciendo que el ex secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, no se detuvo en acusar al movimiento pro-palestino BDS de ser “antisemita”, sino que también atacó a grupos que utilizan el derecho internacional como base para instar a las empresas a boicotear los asentamientos israelíes.
Dijo que la administración Trump dio un vuelco a la política estadounidense con respecto al conflicto israelí-palestino, y Pompeo visitó un asentamiento en la Cisjordania ocupada por “Israel”, la primera visita de este tipo de un alto funcionario estadounidense, el 19 de noviembre del año pasado.
El viaje a Psagot se produjo un año después de que Pompeo dijera falsamente que los asentamientos no contradecían el derecho internacional, revirtiendo una posición estadounidense de larga duración.
La declaración indignó a los palestinos, que se oponen a los asentamientos en tierras que reclaman para un futuro estado independiente y que les pertenecen, según el derecho internacional.
Source: Agencias