Con el lanzamiento el miércoles de las negociaciones sobre la demarcación de las fronteras entre el Líbano y la Palestina ocupada, todos los ojos están puestos en Naqura, donde se encuentra la sede de la FPNUL (Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano). Estas negociaciones se llevan a cabo bajo los auspicios de las Naciones Unidas.
Según el sitio libanés El-Nashra, el objetivo del lado libanés sería preservar todos sus derechos sobre la tierra, pero también proteger sus derechos en sus aguas territoriales y alta mar bajo patrocinio internacional. El Líbano también quiere preparar el terreno político, de seguridad e internacional para lanzar proyectos de exploración de petróleo y gas en alta mar. Por el contrario, el régimen israelí quiere comenzar a extraer petróleo y gas de campos marítimos en áreas en disputa. Además, la parte israelí espera que estas negociaciones puedan preparar el terreno para una normalización de las relaciones entre Tel Aviv y Beirut.
El autor del artículo publicado por El-Nashra, Nayi Bustani, agregó que más allá de las intenciones y objetivos de las partes involucradas, las negociaciones actuales que tienen lugar en Naqura enfrentan una serie de problemas, entre ellos algunos son puramente técnicos y otros tienen antecedentes políticos y de seguridad. En este contexto, se puede enumerar lo siguiente:
1) El Líbano subraya la necesidad de resolver las disputas fronterizas, especialmente en el mar, porque en realidad, los libaneses no quieren en absoluto entablar negociaciones con respecto a la soberanía de las Granjas de Shebaa y las colinas de Kfar Shuba.
2) El Líbano insiste en la demarcación de las fronteras marítimas desde Ras Naqura y no desde el punto B1 (propuesto por “Israel”). Esto le daría al Líbano un área marítima de aproximadamente 1350 km² en lugar de 860 km² (plan israelí). Así el punto 23 (punto 1 para los israelíes) pertenecería al Líbano. Recordemos que con respecto al punto 1, el ex enviado estadounidense Frederick Hoff propuso un área marítima de solo 468 km² para el Líbano y ofreció el resto (392 km²) a Israel, que incluso disputa la propiedad de toda esta área.
3) El Líbano exige la rectificación de un error cometido en los últimos años, a nivel de demarcación de fronteras, que “Israel” utilizó para delimitar sus fronteras marítimas con Chipre, pisoteando los derechos del Líbano en sus aguas territoriales. Recientemente, “Israel” delimitó rápidamente sus fronteras marítimas con Chipre para evitar que el Líbano tuviera tiempo para corregir errores y llenar vacíos.
4) El Líbano rechaza cualquier intento israelí de transformar las negociaciones de delimitación de fronteras en unas negociaciones de normalización. De hecho, durante su reunión con miembros de la delegación libanesa, el presidente Michel Aoun subrayó claramente la posición de Beirut en este tema.
Siguiendo las directrices del presidente Michel Aoun, la delegación libanesa en las conversaciones de Naqura sobre la demarcación de la frontera marítima entre el Líbano y la Palestina ocupada se negó a tomar fotos oficiales con miembros de la delegación israelí, informó el canal libanés Al Mayadin.
Por otra parte, el sitio de noticias libanés Al Akhbar informó que Washington exigió explícitamente que el gobierno libanés publicara una foto “de recuerdo” después de la primera reunión de las delegaciones libanesa e israelí en Naqura, algo que no ocurrió debido a la negativa libanesa.
El subsecretario de Estado David Schenker y el embajador de EEUU en Beirut, John Deschent, asistieron a la primera reunión celebrada este miércoles en Naqura.
Source: Diversas