Fue casi simultáneo: dos días después de que un nuevo convoy militar de EEUU abandonara el Kurdistán iraquí para ir a Hasaka por el cruce de Al Walid, un militar estadounidense ha muerto. Obviamente, el personal de CentCom, cuyo comandante en jefe fue clandestinamente hace una semana a Hassaka para reunirse con el líder de la milicia de las FDS, de mayoría kurda, creyendo que podría “neutralizar” la tasa de ataques anti-estadounidenses en el noreste de Siria, afirmó que el militar murió en “un incidente no relacionado con actos enemigos”.
Desde el 17 de junio y la entrada en vigor de la Ley César, la resistencia estadounidense contra la ocupación en Siria ha ganado un impulso, como nunca antes.
Este es el cuarto ataque estadounidense en los últimos dos meses reportado por las agencias, en el contexto de las protestas casi diarias de los residentes de Hasaka, Qamishli y Deir Ezzor, que exigen el cese del robo del petróleo sirio y que los militares estadounidenses abandonen el territorio de Siria, donde se han instalado de forma ilegal.
La coalición estadounidense no mencionó el nombre ni las circunstancias de la muerte, pero dijo que el vehículo blindado a bordo del cual iba el soldado había volcado en la provincia de Hasaka, y que varios otros soldados habían resultado heridos”. ¿Un ataque con misiles, una mina anti-blindados, una bomba al lado de la carretera?
El incidente se produce al mismo tiempo de la llegada el 20 de julio de un convoy de 65 camiones, vehículos blindados y vehículos Hummer en su camino hacia la base ilegal de EEUU en el área de Al Malikiyah, en la provincia de Hasaka.
Hace unos diez días, las fuerzas del Ejército sirio obligaron a un convoy compuesto por varios vehículos militares a retirarse en el noreste del país.
Según los informes recibidos, las fuerzas sirias impidieron que un convoy militar estadounidense continuara su viaje hacia Tell Tamar, ubicado en la provincia de Hasaka.
El 4 de julio, la estación de televisión Al Alam informó de una explosión cerca de una base militar estadounidense en la ciudad de Ash Shaddadi, en la provincia de Hasaka.
“La Ley César ha cambiado muy curiosamente la situación en contra de los estadounidenses. Incluso el más neutral de los sirios rechaza ahora la presencia de las fuerzas norteamericanas. Es un sentimiento cada vez más compartido en la orilla este del Éufrates. Odiamos a EEUU tanto como a Turquía”, señala un testigo citado por Al Masdar News.
Source: Press TV