La inversión estatal de Rusia de miles de millones de dólares en los proyectos petroleros de Venezuela, al tiempo que protege a Rosneft de nuevas sanciones estadounidenses, permite a Moscú continuar apoyando firmemente al gobierno de Nicolás Maduro frente a Washington.
“Rusia no ha abandonado al gobierno de Nicolás Maduro y busca contrarrestar los esfuerzos estadounidenses para derrocar al gobierno venezolano”, dijo Vladimir Frolov, ex diplomático y analista de política exterior en Moscú.
EEUU impuso sanciones a las subsidiarias del grupo petrolero ruso Rosneft por su cooperación comercial con Venezuela.
Rosneft anunció el sábado pasado que iba a traspasar sus proyectos venezolanos a una empresa estatal rusa poco conocida para proteger los intereses de sus accionistas.
Rosneft, que produce alrededor del 40% del petróleo ruso y el 5% del petróleo mundial y depende en gran medida del sistema financiero estadounidense, no puede arriesgarse a exponerse a las sanciones de EEUU, que perjudicarán sus actividades.
Se necesitaba una decisión que preservara a Rosneft mientras eludía las sanciones contra Venezuela, especialmente en estos tiempos de caída de los precios del petróleo. La guerra de Rusia contra el petróleo de esquisto bituminoso estadounidense, que Putin comenzó al oponerse a Riad, no debe dañar al campo de los amigos de Rusia.
“La filosofía de Putin es permanecer en los tiempos difíciles junto a sus socios”, dijo Fiodor Lukianov, director del Consejo de Política Exterior y de Defensa de Rusia, que asesora al Kremlin.
En un discurso televisado el sábado, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció que el presidente Putin le había enviado un mensaje a través de su embajador, reafirmando su apoyo estratégico a Venezuela en todas las áreas.
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)