Al menos, siete oficiales de la policía jordana, una turista canadiense y dos civiles jordanos fueron muertos por terroristas en la ciudad de Karaj, al sur de Jordania, el domingo, según información del Departamento de Seguridad Pública de Jordania. Al menos, 27 personas resultaron heridas. Sin embargo, fuentes periodísticas afirman que las cifras reales son más altas.
Las fuerzas de seguridad capturaron y mataron posteriormente a cuatro de los terroristas. No se especificó el número total de los militantes implicados en los ataques ni tampoco un motivo. Los oficiales estaban también investigando si los atacantes tenían vínculos con alguna organización terrorista.
La violencia comenzó cuando una patrulla de policías fue enviada a comprobar los informes que hablaban de un incendio en una casa. Cuando llegaron al lugar fueron recibidos con múltiples disparos desde dentro del edificio. Luego, los atacantes huyeron. Los terroristas atacaron posteriormente una comisaría de la ciudad.
Más tarde ese día, hombres armados atacaron el Castillo de los Cruzados de Karaj, una prominente atracción turística que se levanta sobre una colina. Ellos abrieron fueron contra varios oficiales de policía desde allí. Más tarde, un número de turistas atrapados en el Castillo fueron liberados en una intervención de las fuerzas especiales jordanas. Los policías hallaron allí explosivos, cinturones de explosivos y más armas.
La turista canadiense muerta fue Linda Vatcher, una maestra jubilada de Newfoundland. Su hijo, David, que trabaja en la región, resultó herido.
Poco después del ataque contra Karaj, se produjeron más acciones terroristas en otras dos ciudades jordanas, Irbid, en el norte, y en la antigua ciudad de Petra, el principal lugar turístico del país, aunque no se tienen todavía muchos datos de estos ataques.
El gobierno jordano ha declarado la alerta antiterrorista y ha cerrado sus fronteras. El ataque supone un duro golpe para la industria turística jordana en vísperas de las vacaciones de Navidad en los países occidentales. Esta táctica de ataques contra la industria turística ha sido también empleada por los terroristas en Egipto y Túnez.
Source: Agencias