Dado que las Fuerzas Aeroespaciales rusas han estado ayudando a las fuerzas del gobierno sirio en la lucha contra los grupos terroristas desde 2015, entonces resulta que Estados Unidos se puso del lado de los terroristas, denuncia el documento.

Condenamos enérgicamente la política cínica y sin principios de Washington, subraya la nota del ministerio de Asuntos Exteriores.

Las sanciones que Estados Unidos impuso ayer a tres ciudadanos rusos, cinco buques y una compañía, se convirtieron en las 75 desde 2011, cuando Washington apagó el ‘reseteo’ de los nexos bilaterales anunciado por él y comenzó a lidiar con su destrucción, afirma el texto oficial.

Además, la Cancillería recuerda que desde entonces, los iniciadores estadounidenses de la presión mediante restricciones sobre Rusia no han logrado ningún resultado. Esta vez, se podría decir, Washington se superó en su propia imprudencia, apunta.

Rusia notó con preocupación que la Casa Blanca patrocina a terroristas de Jabhat al-Nusra y Kheyat Tahrir al-Sham, al suministrarles lo necesario e intentar protegerlos de ataques, aunque son herederos de Al-Qaeda, universalmente reconocida como terrorista, señala el comunicado.

Al introducir sanciones contra la compañía rusa Sovfrakt en 2016, que aseguró la entrega de combustible a Siria, y luego congelar una cantidad significativa de sus fondos (aún sin devolver, es decir, robados), la Casa Blanca usó el pretexto del asunto de Crimea, destacó la Cancillería.

Pero ahora las máscaras se quitaron por completo, para demostrar que se trata directamente del deseo de evitar la erradicación de los terroristas en suelo sirio, subraya la nota de la entidad rusa.

Estados Unidos se ha declarado culpable de complicidad absoluta con el terrorismo, considera Moscú.

Para Rusia, las sanciones no son nada nuevo. La lucha contra los terroristas en Siria continuará, a pesar del hecho de que Washington lo patrocine y ocupe ilegalmente parte del territorio de ese país soberano, para evitar así el fin del conflicto, comenta el documento.