El presidente sirio, Bashar al Assad, ha acusado al wahabismo, la corriente extremista oficial en Arabia Saudí, de ser la responsable del crecimiento del extremismo religioso que allanó el camino a la guerra en Siria en 2011.
Según la agencia oficial de noticias siria SANA, el presidente Assad hizo las declaraciones en la inauguración el martes del Centro Internacional Islámico al Sham, dependiente del Ministerio del Legado Islámico, para la lucha contra el terrorismo y el extremismo.
Según él, el extremismo religioso no es originalmente religioso, sino político, aunque utiliza una cobertura religiosa.
Assad también considera que el terrorismo no tiene nada que ver con las tradiciones o costumbres sirias, asegurando que “vino de fuera y luego se convirtió en una realidad en Siria”.
“Es cierto que la guerra es una guerra externa, pero los elementos en los que se basó fueron internos”, insistió más tarde.
Posteriormente, el líder sirio criticó a los wahabíes que, según él, transformaron, por su ignorancia y la ignorancia de quienes los rodeaban, la religión un ejemplo de ignorancia.
“Encontramos en la sociedad wahabí todas las formas de extremismo. Por otra parte, la sociedad del Levante es una sociedad moderada que tiene la misma religión, que, por el contrario, es una religión correcta, un Islam que es un ejemplo a seguir, a pesar de ciertas lagunas puntuales”, subrayó.
“La verdadera religión necesita una sociedad equilibrada y una mentalidad abierta”.
“El wahabismo es la religión del estado en Arabia Saudí desde la fundación del reino. Se caracteriza por una lectura rigorista de la religión que lleva a acusar de apostasía a otros musulmanes y, sobre todo, a legitimar su asesinato”.
El presidente Assad también vilipendió al grupo de la Hermandad Musulmana, cuya ideología influyó en muchos grupos terroristas durante la guerra en curso. “Dios nos ha pedido que seamos una nación moderada y no voy a hablar sobre el papel de la Hermandad Musulmana en el entorno religioso y lo que han hecho para distorsionar el Islam y su imagen durante décadas”, dijo.
Según él, “esta guerra fue una dura lección para todos nosotros … nos obligó a todos a repensar y reevaluar todos los elementos que nos llevaron a ella”.
“La lección que aprendimos de esta guerra es saber cómo distinguir. Antes de la guerra, no podíamos diferenciar entre el que era piadoso y fiel y el que es fanático”, señaló.
Según la agencia oficial siria SANA, el Centro en cuestión incluye un departamento de lucha contra la ideología extremista, un Centro de Investigación Científica, una biblioteca y salas de conferencias. El complejo estará destinado a la formación siguiendo la línea moderada de los ulemas del Levante.
Source: SANA