El Gobierno de Unidad Nacional de Trípoli, que ha rechazado una reciente ofensiva del general Jalifa Haftar contra la capital libia, acusa a este último de librar una campaña de propaganda.
De hecho, esta guerra mediática apunta a compensar los reveses sucesivos sufridos en el campo de batalla contra las fuerzas del Gobierno de Unidad Nacional. Las fuerzas de Haftar están tratando de ocultar sus derrotas, según un análisis publicado el viernes 10 de mayo por la agencia de noticias Mehr News.
Un ejemplo de esta guerra psicológica es la campaña de propaganda que los medios de comunicación cercanos a Haftar han lanzado recientemente. Los medios informaron que las fuerzas vinculadas a Jalifa Haftar habían logrado derribar un avión de guerra del Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli.
Esta información pronto fue desmentida por el Gobierno de Unidad Nacional. “La realidad es que las fuerzas de Haftar están tratando de compensar sus derrotas sobre el terreno mediante una campaña de propaganda”, dijo el portavoz de las Fuerzas Armadas del Gobierno de Unidad Nacional, Mohamed Gnnunu.
Esta guerra mediática ha favorecido la reaparición de los daeshistas en este país. “Las fuerzas patrocinadas por Jalifa Haftar han contribuido al resurgimiento de Daesh en Libia”, dijo.
Haftar cuenta con el apoyo de los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. Sin embargo, según los expertos, el fracaso de la ofensiva de Haftar contra Trípoli ha supuesto una derrota de los planes de ambos países de controlar Libia y otros países del Norte de África.
Según un informe al que accedió la AFP el lunes, los expertos de la ONU están investigando la posible participación militar de los Emiratos Árabes Unidos en el conflicto en Libia después de que misiles fueran lanzados en abril contra Trípoli por drones similares a los que dispone el ejército de ese país.
Los misiles de aire a tierra utilizados son del tipo Blue Arrow, según se indica en este informe confidencial a los expertos, que estudiaron imágenes de fragmentos de estas armas después de su uso los días 19 y 20 de abril en los suburbios del sur de Trípoli. Solo tres países -China, Kazajstán y los Emiratos Árabes Unidos- disponen a la vez de esos misiles y del dron chino Wing Loong.
Por su parte, el ministro del Interior del Gobierno de la Unión Nacional de Libia, Fathi Bachagha, ha afirmado que Haftar está tratando de dominar los países del Magreb Árabe.
Durante su reunión con su homólogo tunecino, Hichem Furati, subrayó: “Este plan pone en peligro a toda la región del Norte de África y el Magreb Árabe”.
El silencio de los organismos internacionales, incluido el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, frente a los ataques de las fuerzas del mariscal Haftar contra Trípoli es notable. Los países occidentales han tomado posiciones ambiguas sobre Haftar, incluidas aquellas especialmente sesgadas de Francia, lo que demuestra que el mariscal cuenta con el apoyo de los países occidentales y sus medios de comunicación en su guerra mediática contra el Gobierno de Unidad Nacional de Libia.
“Jean-Yves Le Drian, ministro de Asuntos Exteriores de Francia, me anunció que apoyaría un alto el fuego en Libia. París reconoce al gobierno de Fayez al Sarray, pero apoya al mismo tiempo a Jalifa Haftar”, afirmó el enviado de la ONU para Libia.
El mariscal Haftar, utilizando aviones de combate de países extranjeros, bombardea a civiles y la misión de la ONU en Libia. El Consejo de Seguridad de la ONU, al optar por el silencio, es responsable de la agresión en Libia, señala el gobierno de Trípoli.
Source: Medios árabes