Los ciudadanos de varios países europeos considerados aliados tradicionales de EEUU consideran que se debe buscar otros aliados para reemplazar a Washington, indicó Bloomberg en un artículo dedicado a la situación actual de la alianza Europa-EEUU.
En su artículo publicado el lunes 18 de febrero, Leonid Bershidsky examinó las nuevas perspectivas que se están formando sobre alianzas alternativas a la alianza transatlántica.
A medida que el orden mundial liderado por EEUU continúa colapsando, los poderes de segundo nivel están tratando de salvar lo que puedan. Pero en Alemania y Francia, al menos, los ciudadanos realmente no quieren que EEUU sea parte del proceso.
El informe anual de seguridad de Munich, que es el punto de partida para las discusiones en el foro anual de seguridad en la ciudad alemana, es a menudo una buena indicación del estado de ánimo actual de la comunidad de seguridad occidental. El informe de 2019, titulado “El gran rompecabezas: ¿Quién recogerá los trozos?” muestra menos inquietud en su tono que la versión de 2018, que evocó el espectro de un conflicto a gran escala. Este peligro parece haberse convertido en una competencia en un momento en el que EEUU busca competir a largo plazo con China y de forma más inmediata con Rusia.
Sin embargo, la forma en que EEUU maneja los temas internacionales en realidad no inspira confianza a sus aliados a largo plazo. El presidente Trump y su administración muestran desprecio por las instituciones y los acuerdos internacionales. Según los autores, los políticos europeos esperaban que los “adultos en el gabinete” de la Casa Blanca de Donald Trump condujeran al presidente en la dirección correcta. Pero los aliados se han desilusionado, concentrándose en cambio en los intentos de consolidar el orden mundial liberal.
La ausencia de una infraestructura de seguridad y económica que no incluya a EEUU dificulta que las potencias de segundo nivel (Alemania, Francia, Reino Unido, Japón) logren una política independiente. El resultado es un acto de equilibrio entre una situación en la que EEUU que actúa como un competidor, con una tendencia a la intimidación, y una arquitectura de seguridad que se basa en el hecho de que EEUU sea un aliado.
Para el público de los países cuyos líderes se están moviendo en esta dirección, mantener la asociación transatlántica no parece ser particularmente importante. Los datos de encuestas, particularmente de Francia y Alemania, son quizás los más sorprendentes.
En todas las potencias europeas, la opinión pública considera a EEUU como una amenaza de primer orden. La amenaza estadounidense inquieta más que Rusia. Según datos del Pew Research Center, los ciudadanos europeos confían más en el presidente chino, Xi Jinping, que en Trump en lo que se refiere al manejo de los asuntos internacionales y la mayoría de los franceses y alemanes confía más en Vladimir Putin que en Donald Trump. El 42% de los franceses y el 59% de los alemanes defienden una política neutral para sus países.
Source: Agencias