Siria, país donde por estos días se realizan multitudinarias manifestaciones populares en rechazo a la reciente agresión de EEUU y aliados occidentales, celebra el martes el 72 aniversario del Día de la Independencia.
Para los ciudadanos de este país árabe, si bien la fecha tiene especial connotación ya que recuerda la expulsión de las fuerzas ocupantes francesas, en la ocasión también celebran los sucesivos triunfos contra los grupos terroristas en este país árabe.
Durante una manifestación en la emblemática Plaza Omeya la víspera, jóvenes declararon a Prensa Latina, que en la fecha patria, devenida Fiesta Nacional, los sirios exigen la retirada de las agresoras fuerzas estadounidenses de este país soberano.
Enarbolando banderas nacionales sirias y de otros países amigos como Rusia, Irán y Cuba, miles de pobladores exigieron el abandono de este territorio de unos dos mil efectivos militares estadounidenses radicados en este territorio.
Como parte de las celebraciones por la independencia, este martes se efectuará un acto central nacional en el Anfiteatro del Castillo de Alepo, provincia homónima, ubicada a unos 360 kilómetros al norte de Damasco.
En esa actividad, a la que asistirán dirigentes del Estado y del gobierno sirio, junto a representantes de legaciones diplomáticas acreditadas en Damasco, el programa cultural previsto resaltará el espíritu de lucha rebelde que posibilitó la derrota primero del imperio otomano y luego de los agresores franceses.
Cuando el visitante dialoga con pobladores de esta tierra, muchos recuerdan al primer mártir sirio, Yussef Al-Azmeh, ministro de Defensa, quien en la primera mitad del siglo XX cayó junto a otros héroes mientras defendían este territorio del ejército francés.
El histórico hecho que caló en la conciencia y la memoria histórica del pueblo sirio ocurrió en la ciudad de Maysolum, ubicada a 50 kilómetros al oeste de Damasco, en la actual frontera con El Líbano.
En un desigual combate, el héroe Al-Azmeh enfrentó con pocos hombres y armas al ejército colonialista francés, liderado por el general Ghoro, que contaba con un gran número de hombres y armas pesadas y modernas.
De esa forma, Yusef y sus acompañantes escribieron con su sangre una de las páginas de lucha más gloriosas de este país árabe, que actualmente sufre una guerra de agresión de potencias occidentales, que apoyan a grupos terroristas, la cual ya dura casi ocho años.
También, en los años de la Primera Guerra Mundial, el pueblo sirio resistió con valentía y coraje la codicia territorial y de riquezas de los invasores foráneos que planeaban dividir al Oriente Árabe en Estados, según el Tratado de Sikes Picot.
Ese tratado fue un arreglo secreto en 1916 entre las potencias colonialistas Francia y Reino Unido, que sentó las bases de las actuales fronteras de Medio Oriente, las cuales se establecieron de forma arbitraria.
Tal acuerdo no tuvo en cuenta aspectos importantes como aspectos étnicos, tribales, religiosos y lingüísticos, afirman historiadores.
Cuando el Ejército sirio, que ya recuperó más del 70 por ciento del territorio de este país mesoriental, lucha por expulsar a los terroristas y sus patrocinadores de otros territorios ocupados, Siria preserva su proyecto de soberanía nacional.
También mantiene en alto el compromiso de los padres fundadores de la independencia nacional que hicieron suya la causa palestina, frente a las pretensiones de exterminar a ese aguerrido pueblo por el sionismo israelí.
Source: PL