Las Naciones Unidas han señalado que las bajas civiles en los ataques sectarios en Afganistán, principalmente contra las mezquitas shiíes, han aumentado bruscamente en los últimos dos años.
La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) ha documentado 51 incidentes de este tipo desde enero de 2016. Los ataques se han cobrado más de 270 vidas y dejado casi 600 heridos. Se dice que la cifra es casi el doble de las registradas en los siete años anteriores.
Los últimos ataques mortales se llevaron a cabo hace tres semanas en dos mezquitas shiíes, una en la capital Kabul y la otra en la provincia central de Ghhor, matando al menos a 72 personas.
El grupo terrorista takfiri Daesh se atribuyó la responsabilidad de la mayoría de los ataques contra los musulmanes shiíes, que acusan al gobierno de ignorar sus necesidades. La misión de la ONU ha recomendado que el gobierno de Kabul tome medidas más serias para proteger a las personas y los lugares de culto de los ataques.
Source: Agencias