Durante su reciente gira presidencial, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, visitó Ankara por invitación de su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. Ambos mandatarios mantuvieron conversaciones y supervisaron la firma de varios acuerdos en materia de cooperación bilateral.
Sputnik entrevistó a varios expertos en el tema para conocer más sobre los motivos que se esconden detrás de este acercamiento.
Búsqueda de aliados
El analista principal de Instituto de Estudios Latinoamericanos de Rusia, Alexander Jarlámenko recordó que a pesar de la lejanía geográfica, América Latina y Oriente Medio están unidos por lazos étnicos desde finales del siglo XIX. Desde entonces, una gran comunidad de migrantes de esta región —cristianos, sunníes o shiíes, sirios, libaneses, entre otros— fueron catalogados como turcos, ya que provenían esencialmente del antiguo Imperio otomano.
La mayoría de estos migrantes se han integrado exitosamente en las comunidades latinoamericanas, llegando incluso a
ocupar importantes puestos en la vida política del continente.
Hoy en día, afirma Jarlámenko, lo que más une a Venezuela y Turquía es la huella estadounidense detrás de las intenciones golpistas en ambas naciones. Las relaciones entre Washington y Ankara, a pesar de ser aliados en el marco del bloque transatlántico, se han debilitado hasta el punto de la congelación mutua de entrega de visados.
Además, tanto Venezuela como Turquía son importantes jugadores geopolíticos en sus respectivas regiones. Ambos países comparten el interés común de que en el mundo se establezcan los principios de un mundo multipolar. Este fue el principal tema internacional tocado en la conferencia de prensa ofrecida por los mandatarios después de su encuentro.
“En particular, Erdogan se mostró contrario a los planes de Washington de intervenir militarmente en Sudamérica. Afirmó que Turquía considera que las intervenciones militares extranjeras, por lo general, solo complican la situación y que espera que el propio pueblo venezolano resuelva sus problemas mediante el diálogo y la reconciliación”.
No obstante, ni Venezuela ni Turquía tienen el peso internacional suficiente como para formar sus propios polos. Según el analista internacional Sergio Rodríguez Gelfenstein, ex director de Relaciones Internacionales de la Presidencia de Venezuela, “la única manera en la que ambos países puedan participar [en un mundo multipolar] es configurando algún bloque. En el caso de Venezuela, un bloque latinoamericano, y en el caso de Turquía, un bloque en Oriente Medio”.
Con el internacionalista venezolano concuerda Kerem Ali Surekli, presidente del Grupo de Amistad con Venezuela del Parlamento turco.
“Turquía y Venezuela son países que se oponen a la injerencia extranjera en sus asuntos internos y se esfuerzan por mantenerse firmes, persiguiendo una política independiente que responda a sus propios intereses. Este es un punto de relevancia”, afirmó Surekli, agregando que en el ámbito bilateral lo más importante para ambas naciones es el tema económico.
Cooperación económica
Venezuela se ve sometida cada vez más a estrictas sanciones económicas por parte de Washington. Asimismo, la cúpula económica de Turquía, que mayoritariamente apoya la gestión de Erdogan, no comparte las estrategias de la UE y EEUU. Esto le da mayor maniobrabilidad a la hora de invertir en economías externas.
Precisamente, Venezuela busca diversificar su economía y presenta un programa de proyectos económicos de gran envergadura en el cual el capital turco podría invertir.
“El presidente Maduro invitó al presidente Erdogan y a las empresas turcas a invertir en la Faja Petrolífera del Orinoco, la mayor reserva de petróleo certificado del mundo”, señaló al respecto Rodríguez Gelfenstein.
El vicepresidente de la oficina de Relaciones Exteriores del partido Vatan (‘Patria’, en turco), Yunus Soner, agregó que su país ha venido invirtiendo en ciertos sectores de la economía venezolana, como la construcción. En particular, las empresas turcas han ayudado a construir cerca de 3.000 hogares, en el marco de la Gran Misión Vivienda Venezuela que realiza al Estado caribeño.
Soner enfatizó también la disposición de las partes de efectuar pagos mutuos evitando el dólar estadounidense.
“Ahora es posible seguir desarrollando este proceso, realizando pagos mutuos no en dólares, sino en monedas nacionales, o negociar mediante un trueque. Además, Turquía puede hacer serias inversiones en Venezuela”, compartió Soner.
Además, ambos países están sumamente interesados en mantener la estabilidad en todo Oriente Medio. Turquía, por la ola de migrantes a la que ha tenido que enfrentar por la desestabilización en la región; Venezuela, porque la inseguridad afecta mucho la cohesión dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y, en consecuencia, los precios del crudo del que en gran parte aún depende su economía, afirmó Jarlámenko.
Durante el encuentro presidencial en Ankara, ambos Gobiernos firmaron cinco acuerdos en materia de cooperación económica, desarrollo turístico, agrícola y ganadero, comunicaciones aéreas y seguridad. Además, en estos momentos se están negociando estrategias de cooperación en materia energética y militar.
Source: Sputnik