EEUU impulsa con fuerza la formación de una “fuerza internacional de estabilización” que se desplegará en la Franja de Gaza, como preludio para avanzar a la segunda fase del acuerdo de alto el fuego en la zona. A pesar de las declaraciones optimistas del presidente estadounidense Donald Trump y de varios altos funcionarios de la administración sobre la inminente formación de esta fuerza, el camino práctico para su establecimiento sigue estando plagado de complejidades y obstáculos.
En este contexto, la reunión de coordinación celebrada en Doha, la capital de Qatar, hace dos días, con amplia participación internacional y por invitación de EEUU, reveló las profundas divergencias en las posturas de los países invitados respecto a la participación en esta fuerza, así como las diversas condiciones y reservas que tienen respecto a la misión requerida.
El periódico israelí Haaretz informó que Azerbaiyán, considerado un candidato “muy conveniente” para participar en la fuerza internacional debido a sus buenas relaciones con Turquía e “Israel”, “decidió no sumarse a esta iniciativa y tampoco tiene intención de participar en los acuerdos de normalización de los Acuerdos de Abraham, a pesar de que EEUU está negociando activamente esta posibilidad con ellos”. El periódico indicó que esta decisión refleja el deseo de Bakú de evitar involucrarse en la compleja situación en la Franja de Gaza y de no perjudicar sus equilibradas relaciones regionales, en particular con Ankara y Tel Aviv.
Sin embargo, Azerbaiyán no fue el único país que ignoró la invitación a la reunión de Doha; “unos 15 países también declinaron asistir, incluyendo dos estados de Asia Central, Turkmenistán y Tayikistán, así como países europeos como Bélgica, Rumania y Estonia, y otros países asiáticos como Corea del Sur y Nepal, lo que refleja el escaso entusiasmo internacional por esta iniciativa”.
Además, “Turquía no fue invitada a la conferencia en primer lugar”, hecho que Haaretz atribuyó a la firme oposición israelí a la participación de Ankara. Los esfuerzos de Doha para presionar a Washington para que ponga fin a esta oposición han fracasado hasta la fecha.
En cuanto a “Israel”, el canal hebreo i24 informó que el gobierno estadounidense negó que su ausencia en la conferencia indicara marginación. Un funcionario explicó que la razón era simple: ““Israel” no forma parte de la fuerza, sino que es un socio con el que esta opera, y por lo tanto no fue invitado a la conferencia”.
Entre los países que participaron en la reunión de Doha se encontraban Alemania, el Reino Unido, Francia, Marruecos, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Jordania, Egipto, Arabia Saudí, Kazajistán, Uzbekistán, Grecia, Chipre, Bosnia y Herzegovina y Kosovo. Otros países se mostraron reticentes a unirse al proyecto o estipularon criterios estrictos de participación.
En este contexto, el periódico israelí Yisrael Hayom citó a funcionarios familiarizados con los preparativos estadounidenses, quienes afirmaron que Indonesia e Italia habían expresado su disposición a enviar tropas a Gaza, “siempre que la fuerza multinacional permanezca estacionada en zonas bajo control israelí al este de la Línea Verde y no interactúe con Hamas”. El periódico añadió que “la participación de Italia se produjo tras la presión estadounidense sobre algunos países europeos, y es probable que otros países, como Grecia y Francia, sigan su ejemplo más adelante”.
El diario hebreo también afirmó que la mayoría de los países, con excepción de Italia e Indonesia, no están dispuestos a unirse a la fuerza antes de que se implemente el desarme de Hamas. Señaló que, en una primera fase, “el despliegue de tropas se limitará al territorio ocupado al sur de la Franja de Gaza, comenzando con una única base actualmente en construcción en Rafah, que posteriormente se ampliará a varias otras bases, todas dentro de zonas controladas por “Israel””.
A pesar de la preocupación de Israel de que la “fuerza internacional” pueda restringir sus operaciones, Tel Aviv está cooperando actualmente con Washington en este asunto, permitiendo la entrada de equipos, vehículos y edificios móviles a la base que se está construyendo en Rafah. Según un funcionario de seguridad israelí, “la entrada de las fuerzas internacionales pondrá a prueba la eficacia del cuartel general internacional en Kiryat Gat, en términos de coordinación y prevención de enfrentamientos, y también contribuirá al mantenimiento del orden y la distribución de ayuda en la zona humanitaria de Rafah”.
A principios de este mes, Associated Press citó a un funcionario estadounidense diciendo que la “fuerza internacional de estabilización” en Gaza podría establecerse y comenzar sus operaciones tan pronto como el próximo año, “si se cumplen las condiciones políticas y sobre el terreno apropiadas”.
Source: Al Akhbar



